Después de más de diez años de abandono, el edificio C de la Escuela Politécnica del Vena en Burgos reabrirá sus puertas la próxima semana como un moderno centro de ciberseguridad. Este lugar, clausurado en 2013 debido a políticas de contención de gastos, se transformará en un espacio vital para la formación en tecnología, un campo en constante evolución y demanda.

La Universidad de Burgos ha decidido revitalizar este inmueble, ubicado en la calle Francisco de Vitoria, ante un notable aumento en el número de estudiantes y grupos de investigación. Este crecimiento ha generado una evidente falta de espacio en las instalaciones del campus, lo que hace esencial la apertura de este nuevo centro. A partir del martes, alrededor de diez científicos especializados en informática se establecerán en el edificio, fortaleciendo así la oferta académica de la universidad.

El trabajo de investigación, centrado en áreas de ciberseguridad y inteligencia artificial (IA), está liderado por el catedrático Álvaro Herrero Cosío. Este plan no solo busca formar a una nueva generación de expertos, sino que también responde a necesidades reales del sector, que va desde proteger dispositivos domésticos hasta asegurar la infraestructura empresarial contra ciberataques.

Una de las claves para la recuperación de este edificio ha sido una subvención de más de 800.000 euros otorgada por el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) el año pasado. Esta inversión permitirá la contratación de profesionales de alto nivel y posicionará a la Universidad de Burgos como un actor estratégico en el ámbito de la ciberseguridad en España.

Además, se implementarán cursos dirigidos a empresas para capacitar a sus empleados en temas de ciberseguridad. La creación de un laboratorio de computación cuántica se suma a esta iniciativa, en colaboración con el Instituto Tecnológico de Castilla y León (ITCL), abriendo nuevas posibilidades en la investigación y aplicación de tecnologías avanzadas.

A largo plazo, la UBU tiene planes ambiciosos de establecer un centro de referencia para la colaboración entre el sector académico y las empresas. A través de microcredenciales, ofrecerá minicursos de entre 6 y 18 créditos, válidos tanto para empleados como para aquellos sin titulación superior, y alineados con las iniciativas educativas promovidas por la Unión Europea.

La rehabilitación del viejo edificio se realizó en fases, debido a la falta de financiación extraordinaria que la universidad había solicitado a la Junta. Sin embargo, se han hecho esfuerzos significativos para dotar al inmueble con aulas modernas, despachos actualizados y sistemas de seguridad de última generación. Además, una nueva intervención prevista, financiada por los fondos europeos Next Generation, facilitará la renovación de las carpinterías.

Este renacer del edificio del Vena no solo respalda el crecimiento de la Universidad de Burgos, sino que también fortalece el compromiso de la región con la educación y la innovación tecnológica. ¡Un paso emocionante hacia el futuro de la ciberseguridad en España!