En la provincia de Málaga, la Dana ha generado un espectáculo natural impresionante, pero con resultados de lluvia decepcionantes. Mientras los modelos meteorológicos anticipan intensas precipitaciones para la madrugada del lunes al martes, la realidad ha sido que la tormenta ha traído más ruido que agua.

Durante la noche del domingo al lunes, una explosiva tormenta eléctrica se desató frente a la Bahía de Málaga y en diversas áreas costeras. Sin embargo, a excepción de Benalmádena y Arroyo de la Miel, donde se registraron entre 55 y 70 litros por metro cuadrado, el resto de los puntos de medición han mostrado cifras mucho más modestas. José Luis Escudero, un experto en meteorología local y autor del blog Tormentas y Rayos, explica que “las tormentas pueden variar enormemente entre una zona y otra, con algunas registrando grandes cantidades de lluvia y otras quedándose en cifras testimoniales.”},{

Los datos recopilados por Aemet y la red Hidrosur revelan las cifras más significativas: Torremolinos anotó 33 litros por metro cuadrado; Alhaurín de la Torre alcanzó los 18 litros; Alcaucín, 17.6; y Sierra de Mijas, 17 litros. En otros lugares como Torre del Mar (13 litros), Fahala (8 litros), El Trapiche (6 litros) y el embalse del Limonero (4.5 litros), las cifras no superaron los 3 litros, dejando un panorama de escasa acumulación en general.

En respuesta a la situación, Aemet ha emitido un aviso naranja para hoy y mañana, advirtiendo sobre la posibilidad de acumulaciones de hasta 30 litros por metro cuadrado en solo una hora. Las horas más críticas se esperan entre las 18:00 de este lunes y la medianoche, continuando en la madrugada del martes, donde el riesgo de acumulación podría alcanzar hasta 80 litros en 12 horas.

Es impactante observar cómo, a pesar de este fenómeno, los embalses en la región han disminuido sus reservas de agua durante este evento húmedo. Todos los embalses, salvo la presa de Casasola que ha tenido un ligero incremento, se encuentran ahora por debajo de los niveles de la semana pasada.

Esta situación ha suscitado una creciente preocupación entre los habitantes, quienes temen no solo por los posibles efectos de la Dana, sino también por la gestión del agua en un contexto donde el cambio climático plantea retos cada vez mayores. ¡Málaga se encuentra en la mira! ¿Podrá la lluvia verdaderamente mejorar la situación hídrica de la región?