Una de cada dos personas en el mundo enfrentará el reto del cáncer a lo largo de su vida. Pero, ¿te imaginas poder desentrañar el misterio de por qué una célula sana se convierte en un tumor? Gracias a innovadores atlas tridimensionales del cáncer, este sueño se vuelve realidad. Estos atlas detallan célula a célula el interior de los tumores, el tejido circundante y el sistema inmune que lucha para erradicarlos. Esta es una revolución en la comprensión de esta compleja enfermedad y en la búsqueda de nuevos tratamientos.

Este miércoles se publicaron los atlas tridimensionales de algunos de los cánceres más mortales, como el de páncreas, mama con metástasis, colon, riñón, útero y vías biliares. Un logro científico monumental que ha requerido años de investigación y que analiza muestras de más de 2.000 pacientes. Los resultados forman parte del Atlas de Tumores Humanos, un proyecto internacional liderado por Estados Unidos, que busca cartografiar todos los tipos de tumor conocidos y que se integra en el ambicioso megaproyecto Cáncer Moonshot, diseñado para reducir a la mitad las muertes por cáncer en los próximos años.

Los nuevos atlas brindan una visualización en tres dimensiones nunca antes vista del cáncer. Además de ofrecer la descripción más detallada hasta ahora de cómo es, dónde está y qué hace cada célula cancerígena, también revelan las complejas interacciones entre estas células y su microambiente tumoral. Este microambiente, formado por tejido circundante, actúa en muchos casos como una barrera frente al sistema inmune y a los tratamientos oncológicos. ¡Esto es la cúspide de la investigación actual!

La genetista Li Ding, profesora de Medicina en la Universidad de Washington, enfatiza en cómo estos estudios están marcando un nuevo comienzo en la investigación del cáncer. Por primera vez, se puede observar la evolución del cáncer a través del tiempo y el espacio, desde la actividad genética a cómo las células se organizan dentro de los órganos. Con la nueva oleada de datos publicada, ya contamos con 14 atlas de 21 tipos de tumores distintos.

Se ha creído por mucho tiempo que un tumor derivaba de una sola célula maligna; sin embargo, nuevos estudios indican que dentro de un mismo tumor pueden coexistir varias células con diferentes perfiles genéticos. Esto podría explicar por qué, a pesar de eliminar parte de un tumor, es difícil erradicar completamente el cáncer. La investigación también se ha centrado en cómo diferentes partes de un tumor responden a los tratamientos y qué ocurre cuando el cáncer invade otros órganos, provocando metástasis, responsable del 90% de las muertes por cáncer.

El biólogo Ken Lau nos recuerda que el comportamiento de un tumor no solo depende de su genética, sino también del ambiente en el que se desarrolla, similar a como las experiencias moldean a las personas. Esto nos brinda una nueva perspectiva sobre la enfermedad y las oportunidades para tratamientos más efectivos.

El desafío es comprender por qué algunos cánceres en estado inicial se propagan rápidamente, mientras que otros más avanzados pueden llegar a curarse. Antes de 2013, el cáncer se estudiaba de manera rudimentaria, machacando las células y analizando mezclas de ADN y ARN, lo que no permitía una visualización detallada del tumor en su entorno.

Además, gran parte de la investigación se centra en lesiones precoces, tratando de entender por qué ciertos tipos de cáncer digestivo se están diagnosticando en personas cada vez más jóvenes. Al comprender las influencias ambientales y genéticas, se podrían desarrollar estrategias de prevención más eficaces para la población.

Un aspecto fascinante es la relación entre el cáncer de mama metastásico y los cambios en el microambiente celular, lo que podría proporcionar datos valiosos para la inteligencia artificial, permitiendo la creación de perfiles personalizados del paciente a partir de biopias.

¡Este avance en nuestros entendimientos del cáncer es más que notable! Los nuevos atlas nos muestran que esta enfermedad es mucho más compleja de lo que se pensaba, revelando estructuras celulares diversas que afectan la respuesta al tratamiento.

El director de biotecnología del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas destaca el nivel de detalle sin precedentes en estas estudios, que brindan un nuevo enfoque sobre cómo interactúa el tejido tumoral con su entorno. El futuro promete ser brillante, con la esperanza de que estas técnicas de análisis se integren pronto en la práctica médica, transformando la forma en que tratamos y entendemos el cáncer para siempre.