Ciencia

Correr un maratón transforma la estructura cerebral: ¡descubre cómo!

2025-03-24

Autor: Camila

Un reciente estudio llevado a cabo por investigadores del País Vasco ha revelado que correr un maratón provoca cambios significativos en el cerebro durante las semanas siguientes. Este hallazgo, publicado en la revista Nature Metabolism, sugiere que los corredores consumen parte de la grasa de su cerebro para mantenerse alertas y concentrados durante la carrera. La investigación encontró que las vainas de mielina, que actúan como aislantes de las neuronas, disminuyen en tamaño en ciertas áreas del cerebro en los días posteriores a la competencia. Aunque estos cambios son temporales y el cerebro regresa a su estado original en unos dos meses, no hay evidencia de que sean perjudiciales para la salud.

Este descubrimiento agrega una nueva dimensión a la comprensión de la plasticidad cerebral y abre la puerta a investigaciones sobre la salud del cerebro desde un enfoque metabólico, lo que podría tener implicaciones significativas en el campo del envejecimiento y en el entendimiento de enfermedades neurológicas como la esclerosis múltiple.

El estudio fue impulsado por una curiosidad personal de Carlos Matute, experto en Anatomía y Embriología Humana en la Universidad del País Vasco (UPV). Durante sus entrenamientos maratonianos, se preguntó cómo lograba mantenerse consciente después del agotamiento físico extremo, en particular al llegar al kilómetro 30, cuando las reservas de glucógeno del cuerpo se consumen y la energía proviene de la grasa.

¿Puede el cerebro utilizar su propia grasa como energía?

La mielina, que compone alrededor de medio kilo del peso del cerebro humano y está compuesta principalmente de lípidos, podría ser fuente de energía. Matute y su equipo decidieron investigar esta teoría mediante un análisis de resonancias magnéticas. Dividieron el cerebro en 106 regiones y midieron el agua atrapada entre las capas de mielina, lo que puede indicar cambios en el tamaño de estas vainas de forma no invasiva.

El estudio incluyó a diez corredores de maratón, cuya actividad cerebral fue analizada unos días antes y después de la carrera, así como dos meses después. Los resultados mostraron una reducción de mielina en doce regiones del cerebro, que se normalizaron en las pruebas posteriores.

El ejercicio físico, como se ha demostrado repetidamente, es crucial para la salud neuronal. No solo ayuda a mantener la mielina, sino que también mejora las capacidades cognitivas. Sin embargo, el estudio también destacó que, en personas con predisposición genética, el ejercicio extremo podría resultar en desencadenar algunas afecciones neurológicas, aunque el número limitado de participantes hace que estas conclusiones sean difíciles de validar.

Los investigadores, junto a otros expertos como Xavier Montalban, resaltaron que los mecanismos detrás de la reducción de mielina no están completamente claros. Esta reducción podría deberse a lesiones estructurales no detectadas o, más positivamente, a procesos de regeneración y neuroplasticidad. La necesidad de realizar estudios más amplios es evidente para entender los efectos a largo plazo de estos cambios.

Con este estudio, se reafirma la idea de que el cerebro emplea un “mix energético” que incluye el uso de los ácidos grasos presentes en la mielina. Sugerencias adicionales apuntan a que el metabolismo energético podría ser crucial para afrontar diversas enfermedades neurológicas, abriendo así un nuevo camino para su investigación y tratamiento.

A medida que la ciencia avanza, queda un camino largo por recorrer para desentrañar todos los secretos que el running y la fórmula de energía cerebral tienen para ofrecernos. ¡Quizás Correr un maratón no solo cambia nuestro cuerpo, sino también nuestro cerebro!