Salud

Eudoxia, Josefa, Luisa y Basi: Las pioneras que transformaron la medicina en Granada

2025-03-23

Autor: Sofía

Hace un siglo, las mujeres enfrentaban una sociedad que limitaba su papel al ámbito del hogar y los cuidados. En Granada, a principios del siglo XX, este contexto era palpable, y aunque algunas mujeres podían aspirar a profesiones como la enseñanza, el campo de la medicina estaba dominado por hombres. La Facultad de Medicina de Granada era un lugar donde la presencia femenina era casi inexistente, lo que hacía que la llegada de una mujer fuera objeto de comentarios y miradas de desaprobación en un ambiente profundamente machista. Sin embargo, hubo valientes que desafiaron esta norma: Eudoxia, Josefa, Luisa y Basi, cuatro mujeres que cosecharon su propio camino en una profesión que les era ajena, modificando radicalmente el panorama de la medicina en la región. La Asociación de Antiguos Alumnos de la Facultad de Medicina de Granada ha rescatado sus historias, recordándonos que su legado es fundamental y no puede ser ignorado.

Eudoxia, la pionera de la medicina

Eudoxia fue la primera mujer en matricularse en la Facultad de Medicina de Granada. Su historia, documentada por la ginecóloga Enriqueta Barranco, destaca una joven decidida que, tras la aprobación en 1910 de una ley que abría las puertas universitarias a las mujeres, se inscribió en la institución en 1911, enfrentando desafíos inigualables. Durante su trayecto académico, experimentó el desprecio de algunos docentes, a quienes, a veces, desobedecía. Uno de ellos llegó a suspenderla sin permitirle presentarse a un examen, lo que llevó a sus hermanos a confrontarlo, mostrando la valentía que Eudoxia inspiraba en su entorno. A pesar de ser una respetada ginecóloga, enfrentó constantes descalificaciones por parte de sus colegas hombres y, tras la llegada del franquismo, su contribución fue relegada al olvido. Su historia, sin embargo, es emblemática de la lucha de muchas mujeres en su época.

Josefa, la inconformista

Josefa Salmerón Ibáñez no solo fue la primera mujer en matricularse como practicante en Granada, sino que también rompedió barreras al convertirse en la primera odontóloga de la ciudad. Nacida en 1890, su habilidad elocuente y su inteligencia la llevaron a la Facultad de Medicina en 1914, donde, a pesar de la adversidad y el escaso reconocimiento, trabajó incansablemente. Durante años, su labor en el Instituto de Vacunación fue voluntaria y sin retribución, evidenciando su compromiso. Por insistencia, Josefa trasladó su expediente a Madrid, donde se graduó en odontología en 1935, regresando a Granada como pionera en su campo. Aunque su vida fue breve, su legado vive, y su disminución en la memoria histórica merece ser reparado, ya que su dedicación abrió caminos para futuras generaciones femeninas en la medicina.

Luisa y Basi: Dos almas indomables

Luisa y Basilia Casares Córdoba, conocidas como "Basi", nacieron en un contexto familiar marcado por la medicina y el exilio. Crecer en esta dinámica les fortaleció el carácter y la determinación necesarios para estudiar y ejercer la medicina en tiempos difíciles. Ambas hermanas se convirtieron en las primeras mujeres granadinas en licenciarse en Medicina y Cirugía, especializándose en oftalmología y análisis clínicos, respectivamente. A pesar de los desafíos que enfrentaron, nunca dejaron de lado sus sueños y ambiciones, logrando contribuir de forma significativa en hospitales de su región en una época en que la medicina aún era vista como un dominio masculino.

El reconocimiento que merecen

Las historias de Eudoxia, Josefa, Luisa y Basi son testamentos de la lucha y la resistencia en un tiempo que limitaba las aspiraciones de las mujeres. Hoy, su legado no solo celebra su valentía, sino que también recalca la importancia de continuar promoviendo la igualdad de género en todas las profesiones, especialmente en campos donde la voz femenina debe ser escuchada con claridad. La Asociación de Antiguos Alumnos ha realizado un homenaje a estas pioneras, y aunque es un paso hacia la justicia histórica, aún queda trabajo por hacer. La sociedad debe recordar que la medicina en Granada fue y continúa siendo modelada por sus aportaciones. ¡Es hora de darles el lugar que merecen y reivindicar sus nombres en la memoria colectiva!