El Departamento de Salud del Gobierno Vasco ha revelado su ambiciosa estrategia para mejorar la atención en casos de ictus e infartos, condiciones donde cada segundo cuenta para salvar vidas. Este anuncio llega justo a tiempo para conmemorar el Día Mundial del Ictus, que se celebra el 29 de octubre, un recordatorio crucial sobre la rapidez de reacción necesaria en situaciones de emergencia médica.

Esta novedosa estrategia integral busca no solo mejorar la atención médica inmediata, sino también fortalecer la prevención y la respuesta a otras emergencias relacionadas como el trauma grave y la sepsis. Un enfoque que puede marcar la diferencia crucial entre la recuperación y graves consecuencias, e incluso la muerte. La implementación del Plan de Atención a Pacientes con Ictus de Euskadi y la red Código Ictus son ejemplos de cómo se coordinarán los recursos para ofrecer una atención rápida y especializada en toda la región, asegurando que nadie quede desprotegido.

En el año 2023, el sistema público de salud vasco, Osakidetza, atendió a aproximadamente 8.900 pacientes con ictus, con una leve predominancia masculina (54.5% hombres). Alarmantemente, más del 50% de estos casos correspondieron a personas mayores de 75 años. Además, la incidencia de ictus ha ido en aumento, pasando de 7.900 atenciones en 2021 a 8.900 en 2023, en parte debido al envejecimiento de la población vasca. Sin embargo, en plena crisis, se han observado frutos positivos como la drástica reducción de la mortalidad por enfermedades cerebrovasculares, que ha disminuido en un 4,8% anual desde 2001 hasta 2014, y un 3,8% desde 2014 hasta 2023.

Uno de los pilares más importantes de esta estrategia es la prevención. El Departamento de Salud ha subrayado fuertemente la necesidad de adoptar estilos de vida saludables; entre los principales factores de riesgo se encuentran la hipertensión, diabetes, colesterol alto y fibrilación auricular. Adoptar cambios en la dieta, hacer ejercicio regularmente y evitar el consumo excesivo de alcohol y tabaco son esenciales para reducir la probabilidad de sufrir un ictus o infarto.

El Día Mundial del Ictus brinda una oportunidad para elevar la conciencia sobre los síntomas. Reconocer signos como la pérdida de fuerza repentina, problemas de visión, dificultad al hablar, y dolor de cabeza intenso es crucial. Si se presentan estos síntomas, se debe activar de inmediato el número de emergencias 112, ya que la intervención rápida puede marcar una diferencia vital.

La colaboración entre distintos niveles de atención sanitaria es vital. Según Elena Antoñanzas, directora de Planificación y Estrategia Sanitaria, la participación comunitaria y la corresponsabilidad en el cuidado de la salud son fundamentales para empoderar a las personas. Bajo esta nueva estrategia, el Gobierno Vasco está determinado a transformar la atención médica de enfermedades tiempo-dependientes, unificando esfuerzos y recursos para garantizar la mejor atención a los ciudadanos y minimizar la devastación que pueden causar estos padecimientos.