El horror se apodera de Retamar tras el hallazgo del cuerpo de Meri, una mujer de 38 años, que perdió la vida de forma brutal a manos de un conocido, Francisco S. B., de 28 años. Según las autoridades, el hombre, tras asfixiarla con la correa de un perro, trasladó su cuerpo a un descampado donde intentó ocultar el crimen prendiéndole fuego. El cuerpo fue encontrado en un estado tan avanzado de calcinación que dificultó su identificación, por lo que fue enviado al Instituto de Medicina Legal de Almería.

La comunidad está conmocionada. Vecinos del barrio de Los Molinos compartieron su tristeza, señalando que la madre y hermana de Meri son conocidos en la zona y personas entrañables. Meri, quien tenía una hija de 20 años, había sido vista por última vez el 30 de diciembre, cuando avisó a su familia que no pasaría la Nochevieja con ellos.

El presunto homicida, casado y con su mujer embarazada, había viajado desde Alemania a Almería para pasar las fiestas navideñas. Tras su detención, confiesa haber estado bajo los efectos de sustancias estupefacientes en el momento del crimen, lo que sugiere que la violencia pudo haber sido exacerbada por su estado. La Policía investiga los detalles del caso, ya que se especula que el miedo a ser descubierto lo llevó a deshacerse del cuerpo de la manera más inhumana posible.

El lugar donde el cuerpo fue incinerado es un área deshabitada cerca de un antiguo restaurante, lo que podría haber facilitado la ocultación de su crimen sin la intervención de testigos. La comunidad ya expresa su indignación y busca justicia para Meri. "Es inaceptable, no podemos quedarnos callados", comentó una vecina, mostrando el apoyo que la familia de la víctima necesita en este momento tan doloroso.

A medida que avanza la investigación, los vecinos reclaman respuestas y sienten la urgencia de erradicar la violencia en su entorno. Con el principal sospechoso ahora en prisión, se espera que la justicia actúe de manera contundente para que este trágico caso no quede impune.