¡Revolución en el tratamiento del cáncer de hígado! La estrategia triple que cambia el pronóstico
2025-01-08
Autor: José
La lucha contra el cáncer ha sido un campo de batalla complicado, donde la ciencia ha demostrado que no existe una solución única para enfrentar esta enfermedad devastadora. Cada vez es más evidente que el enfoque más efectivo radica en atacar el cáncer desde múltiples frentes, asegurando que las células tumorales no tengan escapatoria. En este contexto, dos estudios innovadores han sido publicados recientemente en la prestigiosa revista The Lancet, revelando cómo una combinación de tratamientos puede mejorar significativamente los resultados para los pacientes con cáncer de hígado no operable.
Uno de los estudios, denominado LEAP-012, presenta un enfoque terapéutico que combina tres modalidades para combatir el hepatocarcinoma no metastásico no resecable. En un ensayo clínico realizado por investigadores del Idibaps-Clínic de Barcelona, se demostró que la adición de lenvatinib (un tratamiento molecular) y pembrolizumab (una inmunoterapia) a la quimioembolización tradicional, resultado en un aumento de la supervivencia libre de progresión de 10 meses a 14.6 meses. Aunque los resultados pueden parecer modestos, representan un avance crucial después de más de veinte años sin nuevas opciones terapéuticas para este tipo de cáncer.
El segundo estudio, EMERALD-1, liderado por la Clínica Universidad de Navarra, también evalúa un enfoque trifásico pero incluye la combinación de durvalumab (inmunoterapia) y bevacizumab (un fármaco antiangiogénico) junto con quimioembolización convencional. Este estudio involucró a 616 pacientes y mostró que la combinación de estas terapias puede ralentizar la progresión del cáncer en 6.8 meses en comparación con el placebo.
Aproximadamente 6,000 nuevos casos de cáncer de hígado se diagnostican en España cada año, la mayoría relacionados con cirrosis provocada por hepatitis B o C, o por el consumo excesivo de alcohol. Según la investigación, el 30% de los tumores se detectan en etapas iniciales, donde el tratamiento efectivo incluye la extirpación quirúrgica o el trasplante hepático. Sin embargo, el 40% a 50% se descubre en etapas avanzadas y el 25% en fases intermedias, siendo estos últimos los objetivos de los nuevos enfoques terapéuticos.
Josep Maria Llovet, profesor en la Universidad de Barcelona y principal investigador del estudio LEAP-012, comenta que después de dos décadas de tratamientos mecánicos, ahora se avanza hacia una combinación de tratamientos sistémicos que pueden ofrecer mejores resultados a los pacientes. El nuevo enfoque no solo proporciona un incremento en la supervivencia libre de progresión, sino que también aumenta la tasa de respuesta objetiva del 50% al 75%.
El impacto de estos estudios es significativo, no solo por los datos prometedores, sino porque abordan una población de pacientes que ha estado estancada en términos de progreso terapéutico durante años. Según Bruno Sangro, director de Hepatología de la CUN, este avance representa una alternativa viable para aquellos que no son candidatos a cirugía. Además, se enfatiza la importancia de combinar diferentes enfoques para maximizar los resultados, lo que podría cambiar la práctica clínica para el 25% de los pacientes con cáncer de hígado en todo el mundo.
María José Safont, portavoz de la Sociedad Española de Oncología Médica, también resalta que estas innovaciones representan un avance significativo, ya que se centran en mejorar opciones para una población con limitadas alternativas terapéuticas. Aunque la mejora de cinco meses en la supervivencia libre de progresión podría parecer pequeña, en el contexto del carcinoma hepatocelular, es un progreso significativo que no solo afecta la prolongación de la vida, sino que también potencia la calidad de vida de los pacientes. Con estas nuevas estrategias, el futuro para los pacientes con cáncer de hígado está empezando a verse más alentador.