Cristina Pedroche y Alberto Chicote dieron la bienvenida al 2025 de una manera sorprendente. Una vez más, Pedroche nos ha dejado boquiabiertos con un vestido que ha hecho historia: "Me he convertido en una especie de lámpara".

Este año, el diseño no ha pasado desapercibido. Con un total impresionante de casi 8,500 piezas, el vestido está hecho principalmente de leche materna, un homenaje emotivo que representa la conexión entre madre e hija. Pedroche reveló: "Todo lo que llevo es leche materna, es mi leche y la de mi hija, unas joyas que me ha diseñado Belén Mozas".

Belén Mozas, la talentosa creadora detrás de esta obra de arte, explicó el complicado proceso que conlleva la creación de cada pieza. "Hemos utilizado entre 5 y 6 litros de leche materna para todo el vestido", comentó en una aparición especial en el programa 'Y ahora Sonsoles'.

Durante su intervención, Mozas compartió detalles fascinantes sobre cómo se transforma la leche en joyas. "Eliminamos la grasa y el agua, quedándonos con la esencia pura de la leche", dijo, haciendo énfasis en la importancia de preservar ese vínculo emocional. La diseñadora también reveló que ha creado joyas con cordones umbilicales, lo que añade un toque aún más conmovedor a su trabajo.

El proceso para fabricar todos los cristales a partir de la leche materna tomó alrededor de tres meses y medio, donde Belén trabajó sola para concretar cada detalle. Este diseño no solo destaca por su originalidad, sino que también invita a reflexionar sobre la maternidad y el significado de la vida.

En un mundo donde los vestidos de gala suelen ser efímeros y superficiales, Pedroche y Mozas han sabido dar un nuevo significado: un símbolo de amor y memoria que seguramente resonará en los corazones de muchas personas. Este homenaje no es solo un vestido, sino una declaración de intenciones: la maternidad es hermosa y merece ser celebrada con arte.