En semanas recientes, el bitcoin ha tomado protagonismo como un indicador clave para anticipar los resultados de las elecciones en Estados Unidos. Según analistas y expertos financieros, el reciente aumento en el valor de la criptomoneda se debe a las encuestas y pronósticos que colocan a Donald Trump, candidato republicano y cercano a la comunidad cripto, como favorito. Sin embargo, el comportamiento de los operadores de opciones sugiere que están más optimistas sobre el futuro del bitcoin, apostando a que superará su máximo histórico y alcanzará los 80,000 dólares a finales de noviembre, independientemente de quién prevalezca en las elecciones. Actualmente, el precio de la criptomoneda se sitúa alrededor de 68,475.19 dólares, mostrando signos de recuperación tras una ligera caída reciente.

Los operadores de opciones son inversores que interactúan con contratos que les otorgan la opción de comprar o vender un activo a un precio específico antes de una fecha límite. Esta estrategia es popular en un mercado de alta volatilidad como el de las criptomonedas, donde los inversores buscan cubrirse de riesgos o especular sobre cambios de precios. En el caso del bitcoin, la volatilidad implícita de las opciones que expiran el día de las elecciones es notable, con un desequilibrio que favorece más a las opciones de compra (calls) que a las de venta (puts). Según datos de Deribit, la bolsa de opciones más grande para criptomonedas, el ratio put-to-call ha ido disminuyendo, lo cual indica un contexto alcista en el mercado y expectativas de subidas en el precio del bitcoin.

El contrato de opción de compra más negociado actualmente es uno cuyo precio de ejercicio está fijado en 80,000 dólares, a expirar el 29 de noviembre. Este contrato destaca por tener la mayor cantidad de posiciones abiertas, lo que refleja un fuerte interés en esa proyección de precio. La atención se extiende también a los contratos con vencimiento el 27 de diciembre, donde los precios de 100,000 y 80,000 dólares son los que generan mayor actividad.

En este marco, el estado de ánimo del mercado es claramente optimista, lo que indica que los inversores esperan un desenlace favorable sin importar quién gane. Donald Trump ha estado muy presente en el ámbito cripto, utilizando bitcoin para pagos de campaña e incluso señalando su intención de que EE. UU. sea la capital de las criptomonedas, mientras que Kamala Harris, la candidata demócrata, ha manifestado su disposición para regular este sector, contrastando con la postura menos amigable que mostró la administración Biden.

Mireya Fernández, de Bitpanda, sostiene que el debate debe enfocarse en la creciente influencia de los activos digitales en ambas plataformas políticas. Ella afirma que sea quien sea el nuevo presidente, es probable que se implementen políticas favorables hacia el criptoespacio, lo que podría dar estabilidad y confianza a largo plazo al bitcoin. "El escenario de 80,000 dólares es alcanzable este año, e incluso podría superarlo si las condiciones son adecuadas", subraya.

Por otro lado, Javier Pastor, de Bit2Me, también muestra optimismo pero con una perspectiva diferente. Señala que el bitcoin podría acercarse a los 100,000 dólares a finales de año, pero que el resultado de las elecciones jugará un papel crucial en este impulso. Además, destaca que un cambio positivo en la administración podría ser clave para restaurar el liderazgo de EE. UU. en el ecosistema cripto, que ha visto un aumento de la regulación hostil bajo la dirección de Biden y Harris, particularmente por parte de Gary Gensler, de la SEC.

La situación política puede tener un impacto significativo en el futuro del bitcoin y en la evolución del mercado de criptomonedas en general. Como inversores, es esencial permanecer alerta a esta dinámica electoral, que no solo podría determinar a un nuevo líder, sino también marcar el rumbo de la revolución digital en la que todos seguimos inmersos.