Con la llegada de la Navidad, muchas personas experimentan una mezcla de emociones, incluyendo la tristeza y la nostalgia. Este fenómeno no es trivial y tiene causas profundas, según Mariola Fernández, profesora de Psicología en la Universidad Europea, quien nos ofrece una perspectiva valiosa sobre este fenómeno emocional.

Durante la temporada navideña, 9 de cada 10 personas reportan sentirse estresadas, y la clave para entender esta tristeza radica en cómo vivimos estas festividades. En estos días, se espera una conexión en grupo, en familia, y aquellos que no se sienten parte de ese entorno pueden experimentar sentimientos de aislamiento. Este aislamiento no solo se refiere a la soledad física, sino también a no poder participar en las normas sociales de este período festivo.

Fernández destaca que esta tristeza no debe considerarse un problema, sino una realidad comprensible. Una de las principales razones detrás de estos sentimientos es el aislamiento social. "Las personas que no se sienten en sintonía con el espíritu navideño, ya sea por elecciones personales o experiencias previas, tienden a apartarse, lo que intensifica sus emociones de tristeza", explica.

Por otro lado, hay individuos que anhelan compañía y se sienten tristes al estar solos. Esta tristeza puede ser especialmente intensa en personas mayores, quienes suelen experimentar soledad durante estas fechas. La psicóloga sugiere que una buena forma de ayudar a estas personas es mantener contacto frecuente. Pequeñas acciones, como una llamada telefónica o una invitación a pasar tiempo juntos, pueden hacer una gran diferencia.

Además, aquellos que han sufrido pérdidas recientemente son más propensos a sentir esta tristeza en Navidad. En momentos de duelo, los recuerdos pueden resurgir con fuerza, haciendo que las emociones negativas, como la nostalgia y la rabia, se intensifiquen durante las festividades.

Para mitigar estos sentimientos, Fernández recomienda activar conexiones digitales, como hacer videollamadas o participar en actividades comunitarias. El voluntariado es otra excelente forma de hacer que las personas se sientan parte de algo mayor. También se aconseja mantener tradiciones significativas y personales, como la preparación de platos típicos, ya que esto puede proporcionar un sentido de propósito y alegría.

Finalmente, si la tristeza navideña se convierte en algo más duradero o difícil de manejar, buscar el apoyo de un profesional en psicología puede ser de gran ayuda. Esta Navidad, reconozcamos nuestros sentimientos y encontremos maneras de lidiar con ellos, porque cada emoción cuenta en nuestro viaje emocional.