Durante la noche, un cohete disparado desde Yemen impactó en el distrito de Jaffa, en la ciudad israelí de Tel Aviv, dejando al menos a 16 personas heridas por cristales rotos. Además, otras 14 personas sufrieron lesiones leves mientras se precipitaban a los refugios tras el sonido de las alarmas antiaéreas que sonaron antes del amanecer del sábado.

Los rebeldes hutíes han reivindicado el ataque a través de un comunicado en Telegram, donde afirmaron haber utilizado un misil balístico hipersónico dirigido a un objetivo militar. Un residente local, Bar Katz, describió la experiencia como aterradora: "Un destello de luz, un golpe y caímos al suelo. Un gran desastre, cristales rotos por todas partes".

Este incidente se produjo en medio de un aumento de las tensiones, tras ataques aéreos israelíes en la capital yemení, Saná, que resultaron en la muerte de al menos nueve personas. Estos bombardeos fueron una represalia por un misil de largo alcance lanzado por los hutíes, que alcanzó un edificio escolar en el centro de Israel.

Además del lanzamiento del cohete, los hutíes también reivindicaron un ataque con drones contra un objetivo militar en el centro de Israel, complicando aún más la situación. Según el ejército israelí, los hutíes, respaldados por Irán, han lanzado más de 200 misiles y drones durante la actual guerra entre Israel y Hamas, intensificando el conflicto en la región.

Las agresiones hutíes no solo se limitan a Israel, también han afectado a la navegación en el Mar Rojo y el Golfo de Adén, donde han amenazado con continuar sus operaciones hasta que se logre un alto el fuego en Gaza. Mientras tanto, el portavoz de la ONU, Stépahne Dujarric, advirtió que los ataques israelíes han causado "daños considerables" a los puertos del Mar Rojo controlados por los hutíes, lo que podría resultar en una "reducción inmediata y significativa de la capacidad portuaria". La situación sigue siendo crítica y el futuro de la región permanece incierto. ¡Permanece atento para más actualizaciones!