Engracia Hidalgo, miembro del PP y actual titular del Área de Gobierno de Economía, Innovación y Hacienda del Ayuntamiento de Madrid, ha revelado que el consorcio no ha podido encontrar hasta el momento una empresa que se haga cargo del ‘riesgo’ de organizar el Gran Premio de Fórmula 1 en la capital, previsto para 2026. Esta impactante declaración se produjo durante un debate parlamentario donde Miguel Montejo, concejal de Más Madrid, cuestionó la viabilidad del proyecto. Sin embargo, un portavoz de la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, contradijo esta afirmación, sugiriendo que aún hay esperanza para el Gran Premio, que ha sido respaldado por el alcalde José Luis Martínez-Almeida.

Cuando se anunció que la Fórmula 1 llegaría a Madrid, se prometió que la administración pública no gastaría ni un euro, para evitar repetir el fiasco económico experimentado en Valencia. Sin embargo, el pleno del Ayuntamiento ha decidido no afirmar que la F1 “no suponga compromisos económicos” para las arcas municipales, lo que ha generado dudas y preocupación entre los ciudadanos y opositores políticos.

El plan original contemplaba que un socio privado asumiera los costos de organización a cambio de los ingresos, pero a medida que avanzan los plazos, las cláusulas de confidencialidad impiden obtener información clara sobre los acuerdos entre IFEMA y los nuevos inversores. En meses recientes, fuentes han afirmado que hasta dos concursos para encontrar a un socio han quedado desiertos, lo que ha incrementado la incertidumbre sobre el evento.

Hidalgo admitió que, a pesar de que IFEMA posee los derechos para organizar el GP, no han logrado atraer a empresas que puedan asumir las estrictas exigencias necesarias, lo que lleva a una reevaluación de las condiciones del proyecto. A pesar de estas complicaciones, Hidalgo aseguró que la Fórmula 1 “generará un impacto económico significativo”, y se espera que sea una operación rentable para IFEMA, que podría beneficiarse de la actividad durante un periodo de baja en eventos.

Sin embargo, la situación ha suscitado un pequeño terremoto político que podría tener repercusiones serias. Montejo asegura que el verdadero problema es que, según la última declaración del gobierno del alcalde, IFEMA debe asumir todo el riesgo del proyecto, lo que podría llevar a una crisis financiera para el consorcio, considerado el segundo motor económico de la región.

Los datos de costos han salido a la luz, revelando que IFEMA deberá desembolsar 47,5 millones de euros para adecuar la infraestructura necesaria para las carreras, una inversión cuyo retorno se estima en alrededor de 13 años. Este exorbitante gasto incluye la construcción de nuevos pabellones y zonas de aparcamiento, lo que plantea interrogantes sobre la viabilidad a largo plazo del proyecto.

Además, se requiere destinar otros tres millones para la dirección de obra, lo que lleva el total a 51 millones de euros, según los últimos informes. La falta de transparencia en la gestión del proyecto ha hecho que muchas voces se levanten en contra de la operación y pidan mayor claridad sobre quiénes están detrás de la financiación de la F1.

La oposición, liderada por Más Madrid, exige que se garantice que este proyecto no comprometerá los recursos del Ayuntamiento, proponiendo que IFEMA no asuma todos los costos con sus propios recursos. Sin embargo, esta iniciativa fue rechazada en el pleno, donde prevalecieron los votos del PP y Vox, dejando abierta la posibilidad de que Madrid continúe hacia una polémica e incierta aventura en el mundo de la Fórmula 1.