Madrid: El sueño de la derecha española en Venezuela
2024-09-20
Autor: María
El ansia de la ultraderecha y la derecha española por influir en la política de Venezuela ha creado una situación polarizada y peligrosa. En este contexto, el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, parece ignorar las lecciones del pasado, especialmente tras más de una década trabajando para atraer el voto de los emigrantes en Galicia. El ex presidente Manuel Fraga, un veterano político, entendía la importancia de mantener buenas relaciones con Latinoamérica, continuando con sus visitas a Cuba, a pesar de las críticas de la derecha madrileña.
En un esfuerzo por deslegitimar al gobierno de Pedro Sánchez, el Partido Popular utilizó una supuesta prueba que implicaba al líder opositor Edmundo González bajo la presión del chavismo, encarnado en figuras como Delcy Rodríguez. Las imágenes y testimonios que mostraban al opositor acosado en la residencia del embajador español fueron interpretadas como una señal de debilidad del gobierno. Sin embargo, un valiente proyecto de resolución en el Parlamento Europeo, que respaldaba a la oposición venezolana y denunciaba las violaciones de derechos humanos en ese país, parecía desmentir las acusaciones lanzadas desde Madrid.
Esteban González Pons, alto dirigente popular, tildó al gobierno de Sánchez de ser un “operador” al servicio de Nicolás Maduro, pidiendo incluso la renuncia del ministro de Exteriores, José Manuel Albares. En ese viaje a Roma, el mismo Núñez Feijóo criticó las supuestas mentiras de Sánchez mientras se unía a otros líderes europeos, revelando el intrincado juego de alianzas políticas.
Un comunicado de Edmundo González, exculpando al gobierno español de cualquier implicación, dejó al Partido Popular en una posición difícil, y sus acusaciones parecieron infundadas. La falta de empatía hacia la situación del opositor y su familia reveló una insensibilidad alarmante entre las élites españolas, que parecen más preocupadas por sus agendas políticas que por el bien de los venezolanos.
A lo largo de esta crisis, ha quedado claro que la estrategia del Partido Popular no solo fortalece la posición de Sánchez, sino que también permite a Maduro reforzar su narrativa de que España es un enemigo exterior. Esta situación se convierte en un regalo político para el régimen de Maduro, que utiliza cualquier desacuerdo en el exterior como un argumento más para cohesionar y dividir a la oposición venezolana.
La ceguera del Partido Popular se explica por su visión reduccionista de Venezuela como un barrio más de Madrid, donde los acontecimientos políticos solo son relevantes si tienen repercusiones en su propio ámbito. Lo que realmente importa es la lucha por el poder interno, dejando de lado las complejas realidades que viven millones de venezolanos, sus aspiraciones y sus sufrimientos. Se hace necesario un cambio de paradigma, donde la política exterior se entienda como un compromiso con los derechos humanos y el bienestar de los ciudadanos, no solo como una herramienta para atacar al adversario político en casa.