En el corazón de la sierra de Cuenca se encuentra Tragacete, un destino ideal para los entusiastas de la micología y el senderismo que buscan una escapada otoñal. Este encantador pueblo, rodeado por majestuosos bosques y paisajes naturales, se convierte en una parada obligatoria gracias a la diversidad de setas que emergen en esta época del año.

Tragacete, situado a más de 1.200 metros sobre el nivel del mar, ofrece un clima perfecto para la proliferación de hongos. En sus arboledas de pinos, robles y hayas, los paseantes pueden encontrar especies como níscalos, boletus y senderuelas, lo que convierte la experiencia en una oportunidad única para recolectar deliciosos ejemplares.

Las tres rutas recomendadas para disfrutar al máximo de la naturaleza en otoño son:

1. Nacimiento del río Júcar

Esta ruta, de dificultad moderada, no solo es perfecta para la recolección de setas, sino que también ofrece un recorrido espectacular lleno de frondosos pinos y praderas suaves. El camino lleva al espléndido nacimiento del río Júcar, un paraje natural donde el agua brota cristalina entre rocas y musgos. Su belleza es aún más impactante durante el otoño, cuando los árboles se visten con colores cálidos. Además, la biodiversidad del área permite la observación de diversas aves y pequeños mamíferos que enriquecen la experiencia.

2. Callejones de Las Majadas

La segunda ruta a considerar es la del valle de Las Majadas, un favor de senderistas, que abarca aproximadamente 8 kilómetros y presenta un nivel de dificultad moderado. Este recorrido invita a los visitantes a perderse en un laberinto de formaciones rocosas, mientras disfruta de panorámicas espectaculares desde el Mirador del Tío Cogote. Durante el paso, los amantes de la micología pueden recolectar níscalos y boletus que crecen en las zonas adecuadas. La combinación de senderismo y aprendizaje sobre la flora local hace de esta experiencia algo educativo y sumamente placentero.

3. Nacimiento del río Cuervo

Por último, el sendero hacia el nacimiento del río Cuervo, aunque no inicia en Tragacete, resulta ser una excursión inolvidable. Este trayecto lleva a los caminantes a través de un impresionante paisaje donde cascadas y saltos de agua se entrelazan con la vegetación autóctona. Es un camino sencillo ideal para familias, ofreciendo la oportunidad perfecta para los aficionados a la micología, quienes pueden sorprenderse al encontrar diversas especies de setas a lo largo del recorrido.

Prácticas sostenibles y gastronomía local

Conscientes del creciente interés turístico por la micología, las autoridades de Tragacete fomentan la recolección sostenible, recomendando el uso de cestas de mimbre para la recogida de setas y el respeto por el entorno. Recolectar de manera responsable no solo asegura la conservación de estos valiosos recursos naturales, sino que también enriquece la experiencia del visitante.

Y no olvidemos que al finalizar un día de exploración, los restaurantes locales ofrecen platos exquisitos que incluyen las setas recolectadas, convirtiendo la gastronomía en un elemento esencial de la visita.

Este coche pintoresco, con calles empedradas y un ambiente rural acogedor, invita a la desconexión y la contemplación. ¡No te pierdas la oportunidad de explorar Tragacete y sus mágicas rutas de senderismo este otoño!