Ciencia

¡Los Homo Sapiens están en peligro de extinción! El futuro transhumano que nos espera

2024-11-14

Autor: José

Eudald Carbonell y su visión audaz

Eudald Carbonell, un reconocido arqueólogo y ex director de los yacimientos de Atapuerca, ha tomado un nuevo rumbo tras su jubilación en la Universitat Rovira i Virgili: se dedica a 'pensar y escribir, que es lo que más me gusta'. En su reciente libro titulado 'De la caverna al cosmos' (próximamente disponible en castellano), Carbonell propone una visión audaz sobre el futuro de la humanidad, sugiriendo que estamos al borde de una evolución hacia los transhumanos, y en el futuro, los posthumanos.

¿Estamos condenados a desaparecer como Homo sapiens?

No necesariamente, al menos por ahora. En las próximas décadas, se anticipa una mayor diversidad entre los humanos. Aquellos que opten por no ser modificados coexistirán con otros individuos que habrán adoptado mejoras biológicas, así como con seres humanos creados mediante técnicas de biología sintética. Estos nuevos humanos podrán integrar materiales orgánicos e inorgánicos, desafiando nuestras concepciones actuales de lo que significa ser humano.

¿Cuándo experimentaremos esta transformación radical?

La aceleración del progreso tecnológico es innegable. Carbonell estima que podríamos ver una notable transición hacia la transhumanidad en uno o dos siglos. La selección natural, que durante milenios ha guiado nuestra evolución, será reemplazada por la selección artificial, donde la ciencia y la tecnología dictarán el rumbo de nuestra especie.

Futuro incierto: ¿posthumanos sin conciencia individual?

La siguiente etapa, la transición de transhumanos a posthumanos, ocurrirá cuando las nuevas generaciones comiencen a operar bajo una conciencia colectiva en lugar de un sentido individual de autoconsciencia. El autor menciona que este cambio podría tardar entre 400 y 500 años, un viaje hacia un nuevo tipo de existencia que redefine la humanidad misma.

¿Desapareceremos por completo?

La respuesta de Carbonell es clara: sí, con el tiempo, los Homo sapiens biológicos serán una cosa del pasado. Sin embargo, no lo ve como algo aterrador, sino como una oportunidad para trascender hacia algo más grande y más lógico. “El azar nos ha hecho humanos; la lógica nos hará transhumanos”, dice.

¿Es posible detener este proceso?

Carbonell es escéptico sobre la posibilidad de frenar este avance, argumentando que la inercia del progreso tecnológico es demasiado fuerte. A pesar de que podría haber esfuerzos para regular el desarrollo, la inevitabilidad de la transición hacia la transhumanidad parece estar asegurada.

La lucha por el significado

Ante la fragilidad de la humanidad y la inminente transformación, Carbonell encuentra en la escritura su herramienta de resistencia. Su ambición es transformar el conocimiento en pensamiento significativo, aspirando a dejar un legado que permita a futuros seres pensantes reflexionar sobre nuestro pasado y futuro.

Exploración interplanetaria: ¿desviación o necesidad?

Una de las visiones más intrigantes que ofrece Carbonell es la posibilidad de que los seres humanos puedan vivir en Marte. Los transhumanos podrían adaptarse a sus condiciones, y pronto visitar el planeta rojo sería tan normal como un viaje a la Luna. Sin embargo, se enfrenta a la pregunta crucial: ¿no sería más sensato resolver nuestros problemas aquí en la Tierra antes de aventurarnos en el espacio?

El destino al que estamos destinados

A pesar de los riesgos, Carbonell sostiene una esperanza firme en la capacidad de resiliencia de la humanidad. A lo largo de su historia evolutiva, el ser humano ha enfrentado múltiples crisis y ha salido adelante, una prueba de que tal vez nuestro destino no sea la extinción, sino la evolución continua.

¿Estamos listos para este cambio?

La pregunta que todos debemos hacernos es si estamos listos para aceptar y abrazar dicha transformación. El avance tecnológico está imparable, y solo el tiempo dirá qué tipo de humanidad emergerá de la inevitable evolución. Pero lo que es seguro es que estamos ante un futuro lleno de desafíos, oportunidades y, quién sabe, tal vez incluso maravillas inimaginables.