Carlos Lozano, un reconocido presentador y actor español de 62 años, ha dado un giro radical a su vida al alejarse del bullicioso mundo de la televisión para establecerse en el campo. Tras un largo período en el que no se había sabido mucho de él, Lozano rompió su silencio recientemente al ser visto en la presentación de un libro de Lydia Lozano. En esa ocasión, compartió que ha encontrado paz en un entorno rural, lejos de las cámaras: "Me fui, me limpié mucho y tengo una vida nueva. Tengo mi casita en un pueblo, mis animales, mi granjilla y mis perros; vivo en la naturaleza absoluta", expresó con entusiasmo.

En una charla sincera con Bertín Osborne en su programa 'El show de Bertín', Carlos explicó que su decisión de desaparecer del panorama mediático fue deliberada: "Me perdí en combate, no sé qué me pasó que dije: 'no aguanto esto ya', y me fui". Desde su retiro, ha construido una hermosa casa en el campo y ha vuelto a conectar con su amor por los animales, teniendo desde ovejas hasta gallinas, lo que recuerda a su infancia. Con la necesidad de seguir activo, Lozano ha manifestado su deseo de crear su propio programa desde casa, donde pueda hablar y criticar lo que considere necesario, sin someterse a las exigencias de otros.

La nueva vida de Carlos lo mantiene ocupado. Reside al norte, a solo media hora de la capital española, en una zona que frecuentaba de niño y que le resulta muy familiar. Se siente encantado con sus vecinos, a quienes describe como personas "muy normales". Sus días comienzan temprano, levantándose a las 6:30 o 7:00 de la mañana para alimentar a su ganado, una actividad que ha tomado como un hobby y que le llena de satisfacción. "Me he hecho ganadero porque me gustan los animales", afirma.

Una vez finalizadas las tareas en la granja, Carlos regresa a casa a las 20:30, exhausto, para cenar y poner al día viendo las noticias de diferentes cadenas, antes de irse a dormir a las 22:00. Actualmente vive solo y ha declarado que no tiene intenciones de buscar pareja, algo que coincide con la situación de Bertín, quien también se encuentra soltero y contento con su vida. Carlos reflexionó sobre la soledad, afirmando: "La soledad, si la disfrutas, está bien, pero obligada no". Aseguró que no tiene espacio para el aburrimiento, ya que siempre tiene cosas que hacer y disfruta cada momento lejos de la televisión.

En cuanto a futuros proyectos, Lozano ha manifestado interés en continuar trabajando desde su hogar, creando contenido que resuene con su nueva filosofía de vida, donde la libertad y la autenticidad son lo primordial. Su cambio radical parece haberle sentado de maravilla, y muchos se preguntan si veremos de nuevo al Carlos Lozano mediático, pero quizás en una faceta más auténtica y personal.