Las derechas alzan la voz contra el 'guerracivilismo' para eludir la figura de Franco: ¿Por qué evitan hablar de los Reyes Católicos?
2025-01-07
Autor: Lucia
Apenas ha pasado una semana desde que comenzó el año y el Gobierno ha lanzado su plan para conmemorar los 50 años de la muerte de Francisco Franco, cuya fecha se cumple el 20 de noviembre. Este miércoles, el Ejecutivo liderado por Pedro Sánchez llevará a cabo un acto inaugural en Madrid, donde se presentará un programa de actividades destinado a celebrar "la vuelta de la libertad y la democracia" en España. Esta iniciativa busca marcar la agenda política en un momento complicado para la coalición, mientras las formaciones de derecha atacan la propuesta con el argumento de que hablar de Franco reabre heridas del pasado.
El propio Sánchez anunció esta medida el 10 de diciembre, durante el homenaje a las víctimas de la Guerra Civil y la dictadura, lo que subraya la relevancia que este plan tiene para el Gobierno, titulado 'España en libertad'. Los socialistas defienden que no se trata de "celebrar la muerte de nadie", sino de conmemorar "la esperanza democrática recobrada por los españoles" tras la dictadura. La muerte de Franco en 1975 marcó el inicio de "un largo proceso de transformación que llevó a la Transición y a una democracia plena".
Focalizando su atención especialmente en los jóvenes, el Gobierno tiene la intención de explicarles el impacto de los 40 años de dictadura franquista sobre los derechos y libertades, así como desmentir los mitos que aún persisten sobre esta época histórica y la Segunda República. Para ello, se ha previsto un centenar de actividades que se desarrollarán a lo largo de 2025, que incluirán exposiciones, iniciativas pedagógicas, concursos y más, según ha indicado el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres. El ministro también ha prometido transparencia respecto al presupuesto destinado a esta iniciativa.
El comisionado encargado de coordinar estas actividades será liderado por la reconocida historiadora Carmina Gustrán, apoyada por un comité científico de expertos. Sin embargo, ya se ha hecho evidente la oposición contundente de la derecha. Desde el anuncio del plan, han criticado la propuesta con el mismo discurso de siempre: hablar sobre Franco es innecesario, provoca divisiones y reabrir heridas.
El portavoz nacional del PP, Borja Sémper, declaró que Sánchez comenzará este miércoles "una andadura para hacer oposición a un dictador muerto", y utilizó la ocasión para criticar la postura del Gobierno frente a Venezuela, equiparando a Franco con Nicolás Maduro y sugiriendo que la atención debería dirigirse a "rechazar a los dictadores vivos". Torres, por su parte, instó al PP a "rectificar" y a unirse a la conmemoración de la democracia, aunque el partido ya ha anunciado su ausencia en los actos programados.
Por su parte, Vox, a través de su portavoz nacional, José Antonio Fúster, ha calificado la iniciativa de "revanchismo" y de imponer una "visión única del pasado". La extrema derecha suele recurrir al concepto de "libertad de pensamiento" para justificar la defensa de la dictadura franquista. Esto se evidenció en declaraciones previas en el Congreso, donde algunos miembros de Vox defendieron que el franquismo fue una época de "reconstrucción, progreso y reconciliación".
Ambas formaciones han defendido un discurso que ha llevado a derogar leyes de memoria histórica en comunidades donde tienen poder, como Aragón, Cantabria y la Comunitat Valenciana, lo que ha sido impugnado ante el Tribunal Constitucional por el Gobierno.
Críticas a la figura de Franco
Frente a este contexto, la crítica hacia el Gobierno ha sido constante. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, acusó a Sánchez de "sacar a pasear a Franco" cada vez que se ve en dificultades, señalando que lo hace ante crisis migratorias o casos de corrupción. Esta retórica también ha sido utilizada por el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, quien mostró su descontento diciendo: "¡Qué pereza dan!" y aseguró que su partido se orienta hacia una España sin Sánchez.
El debate sobre la importancia de construir una memoria histórica continúa. Historiadores como Pablo Alcántara enfatizan que es vital profundizar en el estudio del franquismo y reflexionar colectivamente sobre esta etapa. La historia no debe ser ocultada, ya que influye en el presente y en la construcción del futuro. Alcántara insiste en que el Gobierno debería centrarse en reivindicar la lucha contra la dictadura y los derechos ganados a pulso por ciudadanos valientes.
La historiadora Miriam Saqqa destaca también la importancia de seguir investigando sobre la Guerra Civil y la dictadura, argumentando que aún hay aspectos no explorados. Resalta que es fundamental difundir estos hallazgos para promover una comprensión crítica del pasado.
El estruendo en torno a la figura de Franco plantea una pregunta central: ¿por qué es tan difícil para las derechas asumir una narrativa más amplia y compleja de la historia de España, que no se limite a los momentos gloriosos del pasado, sino que incluya también las sombras de su historia reciente?