Este miércoles, el jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, da el pistoletazo de salida a los actos conmemorativos del 50 aniversario de la muerte de Francisco Franco en Madrid. El evento tendrá lugar en el prestigioso Museo de Arte Reina Sofía y contará con la participación de todos sus ministros y representantes del parlamento y la sociedad civil, marcando el inicio de un ambicioso plan de celebraciones bajo el lema 'España en libertad'.

Con el nombramiento de la historiadora Carmina Gutrín como comisionada, el Gobierno busca garantizar que cada acto de esta conmemoración sea coordinado eficazmente. Gutrín intervendrá durante la ceremonia inicial para proporcionar detalles sobre el evento antes de que Sánchez tome la palabra, donde reiterará la importancia de reconocer los logros alcanzados en cinco décadas de democracia en el país.

Es relevante señalar que el Rey Felipe VI no asistirá a este primer acto debido a compromisos previos, aunque participará en una actividad relacionada con la monarquía tras la muerte de Franco, así como en una visita institucional a los campos de concentración de Auschwitz y Mauthausen. A pesar de esto, el Ejecutivo no descarta la posibilidad de que el rey Juan Carlos, emblema de la transición, asista a algunos de los actos que se celebrarán en las próximas semanas.

En cuanto a la representación de los distintos sectores de la sociedad, se espera que acudan líderes de sindicatos, académicos, parlamentarios y representantes de ONGs. Sin embargo, la ausencia del Partido Popular y Vox, que se han manifestado en contra de esta iniciativa, ha generado controversia. Ambos partidos critican al Gobierno por, según ellos, utilizar estos eventos para desviar la atención de los problemas actuales.

El ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, ha instado al PP a reconsiderar su postura y unirse a esta celebración, que considera un "éxito colectivo" y una oportunidad para homenajear a quienes lucharon por la democracia, al tiempo que se educa a las nuevas generaciones sobre la importancia de mantener la memoria histórica.

En un contexto donde la polarización política sigue aumentando, la conmemoración de los 50 años de la muerte de Franco se vislumbra como un campo de batalla simbólico, y el éxito de estos actos dependerá, en gran medida, de la capacidad del Gobierno para involucrar a todos los sectores de la sociedad en un diálogo constructivo.