La última vuelta del Gran Premio de la Emilia Romaña en Misano dejó a todos los aficionados con la respiración contenida. Jorge Martín lideraba la carrera de forma impresionante después de haber superado a su principal rival, Pecco Bagnaia. Sin embargo, Enea Bastianini, con un notable ritmo, se acercaba rápidamente para arrebatarle la victoria. La pista de Misano es conocida por tener pocos espacios de adelantamiento, lo que hacía de la salida un aspecto crítico. Aunque la salida fue buena para Martín, 'La Bestia' usó su fortaleza local para adelantarlo en la última curva y terminar ganando.

Esta maniobra no estuvo exenta de controversia. Martín, al verse superado, tuvo que salir de la pista para evitar una caída, lo que desató su frustración. Al cruzar la meta, hizo un gesto de peineta, un acto que rápidamente lamentó. "No estoy contento con el adelantamiento de Enea, pero es lo que hay. Mi reacción fue un error, y pido perdón por ese gesto", declaró Martín a los micrófonos de DAZN.

A pesar de la situación, Martín y Bastianini discutieron y se reconcilian durante la ceremonia del podio, mostrando una actitud más madura y profesional. Esto es un claro reflejo del cambio generacional que está experimentando MotoGP, en el que la camaradería entre los pilotos es más habitual que en épocas anteriores. Jorge Lorenzo, ex campeón del mundo, comentaba sobre el odio deportivo que existía entre los mejores pilotos en su época: "Antes, había rivalidades intensas y éramos muy directos entre nosotros. Ahora, todos son amigos en las redes sociales, y eso cambia la dinámica".

Carlos Checa, otro destacado piloto español, se refirió a la cordialidad actual en el paddock: "Pecco es un piloto educado y es difícil que sobrepase ciertos límites. En general, ahora hay una rivalidad más deportiva y menos personal". Esto contrasta notablemente con la histórica rivalidad de Rossi y Biaggi, marcada por una intensa animosidad que polarizaba a los fanáticos.

Incluso dos leyendas de los 90, Álex Crivillé y Mick Doohan, vivieron un clima de tensión y separaciones imposibles entre los boxes, algo impensable hoy en día. Pero a pesar del 'buenrollismo', el campeonato actual sigue siendo uno de los más competitivos de los últimos años, con Martín y Bagnaia liderando la lucha por el título. Con seis carreras aún por disputarse, prometen dejar a los fanáticos al borde de sus asientos con combates intensos y emocionantes.