A pesar de sus profundas raíces gallegas, Iván Ferreiro ha dedicado sus recientes trabajos a Madrid. Su último lanzamiento incluye el villancico "Cuento de hadas en Madrid", una emotiva versión de "Fairytale in New York" de The Pogues, en la que colaboran varios artistas de renombre. Además, lanzó un disco en directo titulado "Puede que Madrid sea una trinchera pop", que captura su actuación en el WiZink Center de la capital.

Ferreiro, quien ha vivido gran parte de su vida en Madrid, reflexiona sobre la evolución de la ciudad, señalando que, aunque siempre aprecia lo positivo, también ha sido testigo de épocas mejores. Uno de sus principales puntos de preocupación es la homogenización cultural y la desaparición de espacios underground. "La contracultura va a desaparecer o está desapareciendo de las ciudades", afirmó en su reciente entrevista.

El artista mostró una actitud crítica hacia la idea de que la música de antaño sea superior a la actual. "Me gustaría saber quién escucha toda la música que sale cada día. Necesitamos informarnos antes de hacer afirmaciones sobre si las cosas son mejores o no que antes", dijo. Esta postura también se extiende a su visión de la industria musical, que él no considera como un demonio, sino más bien como un ecosistema donde una canción puede triunfar o fracasar según su recepción por el público.

A pesar de la llegada del villancico, que podría asociarse a la figura del Grinch, Ferreiro sostiene que la unión entre artistas, especialmente en época navideña, es fundamental. "No tengo un amor absoluto por la Navidad, pero el espíritu de reunir a amigos es lo que realmente importa", compartió. Al respecto, su pensada colaboración con varios artistas refleja su creencia en el valor de la comunidad musical.

En cuanto al estado actual de las salas de conciertos, Ferreiro lamenta que la normativa haya complicado la vida de los nuevos grupos. "El cemento y la política han matado las culturas. Cuando empezamos, había oportunidades para todos, pero ahora es más difícil para los que están comenzando", reflexionó.

Respecto a las comparaciones generacionales, Ferreiro opina que ser hijo de un artista puede ser tanto una bendición como una carga. "Es complicado vivir a la sombra de un padre famoso", dijo.

Finalmente, Ferreiro se mostró optimista sobre el futuro de la música en directo, a pesar de considerar que ha cambiado. Según él, las entradas para conciertos están vendiéndose más que nunca, lo que refleja un renovado interés del público por las experiencias en vivo.

Como cierre, el artista dejó entrever que, aunque el camino puede estar lleno de desafíos, el amor por la música y la comunidad que se crea a su alrededor prevalecerán. Con esto, Ferreiro se prepara para un nuevo año lleno de incertidumbres, pero también de oportunidades. ¿Será 2025 el año que marque su regreso con nuevo material original?