La reciente renovación de García Pimienta ha conmocionado a Sevilla. Sorprendente, en efecto, pues aunque sus emolumentos se mantienen, el técnico catalán continuará al mando del Sevilla por un año más, e incluso hasta 2027, dependiendo de cómo se desarrollen las cosas. Esta sorpresiva decisión llega tras una victoria clave ante el Valladolid, lo que ha revitalizado la confianza en su figura, que había sido cuestionada en los últimos años.

La historia detrás de esta ampliación comenzó el 14 de septiembre, cuando se acercaba un partido crítico contra el Getafe de José Bordalás. El ambiente en Nervión estaba cargado de tensión, con una manifestación contra la directiva programada justo antes del encuentro. No obstante, en una comida con el presidente Del Nido Carrasco, se gestó la idea de extender el contrato de Pimienta. Impulsada tanto por Del Nido como por Víctor Orta, la oferta reflejaba una confianza renovada en el proyecto del entrenador.

En ese almuerzo, la comunicación fue clara: el club apoyaba el proyecto de García Pimienta a pesar de que no había ganado ninguno de los cuatro primeros partidos de la liga. Este secreto prolongado fue una verdadera sorpresa, incluso para el propio técnico, creando espacio para negociaciones fluidas que se concretaron rápidamente. Se selló, de hecho, con dos puntos de doce posibles en la clasificación.

La decisión de Del Nido no solo buscaba reforzar la figura del entrenador, sino también proyectar una imagen de estabilidad en un club que ha atravesado tiempos difíciles. En las últimas temporadas, hasta seis entrenadores han pasado por Nervión, y la media de su permanencia ha sido corta. Esto envía un mensaje claro tanto a la afición como al vestuario: el control está en manos de García Pimienta. "Estamos construyendo las bases de otro gran Sevilla, un proyecto a largo plazo"; así lo transmitió a sus jugadores, reforzando su compromiso con el equipo.

La forma en que se comunicó la renovación también fue sorprendente para muchos dentro del club que desconocían la información. Tras la victoria contra el Valladolid, Del Nido se acercó al vestuario para compartir la gran noticia primero con los jugadores, destacando el esfuerzo de Jesú Navas. Esto generó un ambiente de pesimismo y sorpresa, especialmente ante la posibilidad de que de no haber ganado, la renovación no se hubiera anunciado.

Finalmente, el Sevilla emitió un vídeo del presidente comunicando la renovación al equipo antes de un comunicado oficial, lo que creó una atmósfera casi festiva en el vestuario. "¡Miren las redes sociales!", se oyó decir a Del Nido, mientras García Pimienta tomaba asiento en la sala de prensa con una amplia sonrisa. La victoria dejó de ser el centro de atención por un momento, marcando un nuevo inicio en la relación entre el entrenador y el club. Esta decisión no solo impacta al presente, sino que también podría tener repercusiones a largo plazo en la ambición del Sevilla de recuperar su lugar en lo más alto del fútbol español y europeo.