
¡Impactante! La perforación intestinal que sufrió Jasper Cillessen: un golpe devastador en el fútbol
2025-04-01
Autor: Ana
Jasper Cillessen, el destacado portero titular de la UD Las Palmas, se halla en un proceso de recuperación tras haber enfrentado una grave lesión durante el partido de este lunes contra el Celta. Una colisión con Borja Iglesias en la primera mitad del encuentro llevó a una perforación en su intestino delgado, obligándolo a ser trasladado de urgencia a un hospital de Vigo para someterse a cirugía. Según la información proporcionada por el club canario, la intervención fue un éxito, aunque las consecuencias de esta lesión pueden ser severas.
Las lesiones intestinales de este tipo no son comunes en el mundo del deporte. "No son habituales, a menudo las vemos más en accidentes de tráfico. Aunque he presenciado algunas en partidos, este caso es resultado de un mecanismo de lesión de alta velocidad", explica el doctor Ignacio Rey Simón, Coordinador de la Unidad de Cirugía de Urgencia y Pared Abdominal del Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac).
¿En qué consiste una perforación intestinal?
Una perforación intestinal implica la ruptura de todas las capas del intestino delgado, permitiendo que el contenido intestinal se escape a la cavidad abdominal, lo cual puede llevar a una peritonitis, una afección muy grave. El mecanismo común detrás de estas lesiones es la compresión. "Cuando un impacto provoca que el abdomen se hunda, el intestino puede ser comprimido contra la columna vertebral, y si hay aire presente, puede estallar", detalla el doctor.
Los síntomas más comunes de esta grave condición son un dolor abdominal intenso, sensibilidad y rigidez en el abdomen. La aparición del dolor puede ser repentina, especialmente si la perforación está en la parte inicial del intestino delgado, en contraste con una perforación en el intestino grueso que puede causar dolor de manera más gradual. Además, la gravedad de la situación puede ir acompañada de fiebre, aumento de la frecuencia cardíaca y confusión.
El cuadro clínico típico de una perforación incluye lo que se conoce como abdomen agudo, caracterizado por un dolor intenso y una defensa involuntaria del abdomen al realizar una palpación.
Las perforaciones intestinales más comunes son consecuencia de accidentes de tráfico en los que se produce un impacto frontal, aunque también pueden ocurrir durante procedimientos quirúrgicos y, en raras ocasiones, por lesiones deportivas.
Tratamiento de una perforación intestinal
El tratamiento de una perforación intestinal debe ser inmediato; de no operarse a tiempo, las consecuencias pueden ser fatales debido a la rápida evolución hacia una peritonitis bacteriana, una condición que puede poner en peligro la vida del paciente.
Diagnóstico y tratamiento
Para diagnosticar una perforación intestinal, se utilizan pruebas de imagen como radiografías y tomografías computarizadas. Un hallazgo clave es la presencia de aire en el abdomen, lo que indica una perforación. Una vez identificada la lesión, la cirugía se realiza para localizar y reparar el daño, ya sea a través de una incisión mayor o, como en el caso de Cillessen, mediante cirugía laparoscópica, que implica incisiones más pequeñas y menos invasivas.
El tiempo de recuperación tras una cirugía laparoscópica suele ser más corto, aunque generalmente se requiere un mes de reposo. El paciente permanece en el hospital entre cuatro y cinco días y luego debe limitar sus actividades físicas durante al menos dos semanas. Regresar al deporte será un desafío; aunque su juventud le beneficie, Cillessen perderá masa muscular y necesitará tiempo para recuperar su forma física.
La buena noticia es que, después de un período adecuado de recuperación, es probable que pueda retomar su vida normal y funcione sin secuelas en su intestino, aunque volver a competir en alto nivel puede tomar tiempo. La historia de Jasper Cillessen es un recordatorio no solo de la fragilidad del cuerpo humano, sino también de la necesidad de atención médica inmediata ante lesiones deportivas.