La confianza de Mediaset en Iker Jiménez parece no tener límites, incluso en medio de la controversia. Con un historial de difundir bulos y teorías conspirativas, especialmente aquellas que apoyan la ideología de la derecha y extrema derecha, Jiménez ha encontrado en su programa 'Horizonte' un espacio para diseminar su narrativa.

Desde su creación durante la pandemia del Covid-19, este programa ha evolucionado para convertirse en un altavoz de disidencias y críticas al Gobierno. Recientemente, ha vuelto a recibir el apoyo de Mediaset para cubrir la DANA que ha devastado localidades cercanas a Valencia, marcando su regreso a la rutina de propagar desinformación.

En su intento de legitimarse, Iker y su equipo se trasladaron a las áreas afectadas, apareciendo en pleno barro y conversando con los residentes. Sin embargo, su enfoque se centró en reforzar su relato ya marcado por la desinformación, insistiendo en que su presencia les otorgaba una visión única de la situación. Aunque siguió el mismo patrón que otros medios de comunicación, sus seguidores lo aclamaron como el único que ofrecía las verdades ocultas.

El programa del pasado domingo fue un claro ejemplo de cómo Jiménez juega con la percepción del público. Utilizó su experiencia "en el terreno" como un argumento para respaldar los rumores y afirmaciones sesgadas fomentadas por la extrema derecha en redes sociales.

Colaboradores como el coronel Pedro Baños y la comentarista Beatriz Talegón se unieron a la ola de desinformación. Talegón llegó a pedir la dimisión del presidente Pedro Sánchez, alegando que se había esfumado tras los altercados, ignorando su papel en la gestión de la crisis. A pesar de que se mostraron imágenes impactantes de los eventos, el enfoque del programa evitó dar contexto completo a los incidentes.

Estudios recientes han demostrado que las predicciones apocalípticas a menudo están sobredimensionadas en situaciones de crisis. Por ejemplo, los rumores sobre la existencia de múltiples cuerpos en un parque de estacionamiento se fueron desmintiendo por diversas fuentes, lo que evidencia cómo los miedos y bulos pueden proliferar en tiempos de incertidumbre.

Además, algunos participantes del programa, como Alfredo Perdiguero, han sido sancionados en el pasado por propagar información falsa y no han aportado claridad a la situación actual. La manera en que 'Horizonte' ha tratado el asunto nos lleva a cuestionar la postura de Mediaset sobre la responsabilidad ética en la difusión de información.

Si bien Iker Jiménez ha ampliado su audiencia, convirtiéndose en un referente dentro de la llamada 'derecha mediática', su influencia va más allá de simples cifras de televisión. Al ser el principal canal para la difusión de teorías conspirativas, su programa marca una tendencia peligrosa que se hace eco en las redes y en la percepción pública sobre temas críticos en la sociedad.

A pesar de su desmeritada reputación, Mediaset ha renovado el contrato de Jiménez, resaltando que el enfoque de la cadena ya no busca brindar información objetiva. Mientras la audiencia lo apoye, este circo mediático continuará alimentando la desinformación y las teorías de conspiración, con Iker Jiménez en el centro del espectáculo.