Oriol Junqueras ha triunfado y recuperado la presidencia de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) al vencer al candidato 'rovirista', Xavier Godàs, con un aplastante 52% de los votos. Godàs, hasta ahora secretario general en funciones, solo logró un 42% de apoyos, marcando una diferencia de diez puntos en unas primarias que presenciaron una participación masiva del 81% de la militancia.

La victoria de Junqueras representó no solo un retorno, sino también una venganza personal tras su dimisión forzada en junio pasado. Él había sido presionado por su ex mano derecha, Marta Rovira, quien ahora reside en Ginebra tras haber sido clave en el cambio de rumbo de la formación independentista. Tras la derrota de ERC en las elecciones catalanas del 12 de mayo, donde el partido perdió la presidencia de la Generalitat al dejarse 200,000 votos, Rovira tomó las riendas y pactó con el PSOE la investidura de Salvador Illa, prometiendo una «financiación singular» para Cataluña.

Junqueras, por su parte, realizó un exhaustivo tour por todo el territorio catalán, estableciendo conexiones con una poderosa red de apoyos a nivel municipal que lo ayudó a recuperar el liderazgo del partido en tan solo medio año.

Sin embargo, el partido sigue dividido tras estas primarias. Junqueras ha señalado claramente a Godàs y su círculo como responsables de la llamada «estructura B» del partido, un grupo considerado como un poder paralelo que operaba a espaldas de Junqueras mientras él estaba en prisión por su papel en el referéndum ilegal de 2017. Ahora está decidido a desmantelar esta estructura, prometiendo crear una «comisión de la verdad» para investigar a fondo esta situación, que ha causado importantes tensiones internas en un partido que gobernó la Generalitat hace menos de un año.

Además, Junqueras ha lanzado un duro ultimátum al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez. Ha dejado claro que no negociará los Presupuestos Generales del Estado a menos que se condonen los 15,000 millones de euros que se le deben a Cataluña a través del fondo FLA y que se demuestre de manera fehaciente que se cumplirá con la «financiación singular» prometida.

Durante este tiempo, Junqueras no ha revelado su posición sobre la investidura de Illa, pero ha dejado pistas de su descontento con el acuerdo que Rovira selló, advirtiendo que no permitirá que el PSOE eluda sus compromisos.

"No es aceptable que el PSOE intente firmar nuevos acuerdos sin cumplir los anteriores. Esta es una nueva era para ERC", afirmó Junqueras, sembrando incertidumbre en la relación futura con ambos gobiernos.