La Policía Nacional ha comenzado una exhaustiva investigación tras la sorprendente fuga de cuatro solicitantes de asilo de nacionalidad marroquí en el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. Los individuos lograron eludir la custodia policial mientras esperaban en la sala destinada a tramitar sus solicitudes de protección internacional, según informaron fuentes del Ministerio del Interior a GRAN MADRID.

El suceso tuvo lugar el pasado martes bajo circunstancias que aún están siendo aclaradas. Las primeras indagaciones sugieren que los migrantes pudieron haber escapado a través del techo de la sala, un área que se utiliza temporalmente para alojar a quienes solicitan asilo mientras se revisan sus casos. Esto resalta preocupaciones sobre la seguridad de un espacio que debería ser controlado. Sin embargo, esta no es la primera vez que se reporta una fuga en Barajas. En enero, casi 30 solicitantes de asilo también lograron evadir a las autoridades, llegando incluso a acceder a las pistas del aeropuerto tras romper una ventana, lo que llevó a una alarma entre los sindicatos policiales sobre los riesgos que estos incidentes representan.

Recordemos que, durante el verano pasado, tres activistas del movimiento Futuro Vegetal lograron frustrar la seguridad al pegarse a la pista de aterrizaje durante tres horas, un acto que provocó una serie de cuestionamientos sobre la eficacia de las medidas de seguridad en el aeropuerto.

Este nuevo incidente ha reavivado el debate sobre cómo el Aeropuerto de Barajas se ha transformado en un "coladero" para aquellos que buscan asilo en España debido a las escalas sin visado, según declaraciones anteriores de la Comunidad de Madrid. Un día antes de la fuga, el Ministerio del Interior había informado que había 115 solicitantes de asilo en Barajas, de los cuales 73 eran marroquíes, lo que pone de manifiesto la presión que enfrenta España en la gestión de flujos migratorios.

Las autoridades están ahora centradas en esclarecer los métodos utilizados por estos fugitivos para eludir la vigilancia en una de las infraestructuras más críticas del país. La situación plantea interrogantes sobre los protocolos de seguridad en el aeropuerto y si es necesario implementar medidas más estrictas para garantizar que tales incidentes no se repitan. ¡La investigación continúa y los resultados podrían cambiar la forma en que España maneja las solicitudes de asilo!