Huelga indefinida de estibadores en la costa este de EE.UU.

Los estibadores de la costa este de Estados Unidos han declarado una huelga indefinida para protestar por sus condiciones laborales, marcando la primera huelga portuaria de esta región desde 1977. Este movimiento podría desencadenar una crisis que afectará no solo a la economía estadounidense, sino también a las próximas elecciones presidenciales. Las operaciones en los puertos de la costa este se verán paralizadas, lo que añade más presión sobre una ya frágil cadena de suministro global que apenas se recupera de la crisis logística de los últimos años.

Demandas de los estibadores

Los 45,000 estibadores que operan en más de 36 puertos en la costa este y el Golfo de México, agrupados bajo la Asociación Internacional de Estibadores (ILA), exigen un aumento salarial del 77% a lo largo de los próximos seis años, equivalente a un incremento de 5 dólares por hora anualmente, según informaciones de la asociación.

Además, los trabajadores están pidiendo a los operadores portuarios que se comprometan a detener cualquier automatización que amenace sus puestos de trabajo. Harold Daggett, presidente de la ILA, enfatizó: "Estamos listos para luchar el tiempo que sea necesario para obtener los salarios y las protecciones que nuestros miembros merecen".

Propuestas de la Alianza Marítima de EE.UU.

Por el contrario, la Alianza Marítima de Estados Unidos (USMX), que representa a la industria naviera y los operadores portuarios, ha ofrecido mantener el acuerdo actual, que prohíbe la automatización de las instalaciones portuarias. Sin embargo, la propuesta salarial de la USMX es notoriamente inferior, con un aumento máximo del 50% en los próximos seis años, lo que no satisface las demandas de los estibadores. Adicionalmente, se comprometieron a mejorar las condiciones de los planes de jubilación y seguros médicos para los empleados.

Disparidad salarial entre costas

La disparidad salarial entre los estibadores de la costa este y la costa oeste se ha convertido en uno de los desencadenantes de la huelga. Mientras que los trabajadores de la ILA ganan un salario base de 39 dólares la hora después de seis años, sus colegas de la costa oeste reciben 54.85 dólares la hora, cifra que aumentará a 60.85 dólares en 2027. En comparación, el salario mínimo en EE.UU. es de 15 dólares la hora.

Se estima que un estibador de la costa este ganaría 81,000 dólares al año, mientras que uno de la costa oeste podría ganar hasta 116,000 dólares por realizar el mismo trabajo.

Impacto económico de la huelga

Los economistas advierten que la huelga tendrá un impacto devastador en la economía estadounidense. Grace Zimmer, economista de Oxford Economics, estima que la huelga podría costar entre 4,500 y 7,500 millones de dólares a la semana. Otras proyecciones son aún más sombrías; J.P. Morgan considera que las pérdidas podrían alcanzar entre 3,800 y 4,500 millones de dólares al día, mientras que MITRE estima que el puerto de Nueva York podría perder 640 millones de dólares diarios si la huelga supera los 30 días.

Importancia de los puertos en la economía

Los puertos en huelga maneja aproximadamente el 14% de las exportaciones agrícolas de EE.UU., más de la mitad de las importaciones de banano y chocolate, y representan el 68% de las exportaciones en contenedores y el 56% de las importaciones en contenedores, según CBS News.

Consecuencias políticas y sociales

La situación es especialmente crítica para los políticos en un año electoral; hay una presión creciente para llegar a un acuerdo. Desde la Casa Blanca, se está instando a ambas partes a reanudar las negociaciones a la brevedad. Aunque el presidente Biden tiene la opción de invocar la Ley Taft-Hartley para retrasar la huelga hasta 80 días, ha optado por no hacerlo, defendiendo el derecho a la negociación colectiva.

Preocupación entre minoristas

Con la llegada de la campaña navideña, la inquietud crece entre los minoristas, que ya están tomando medidas para mitigar los efectos de la huelga, como trasladar sus productos a la costa oeste o acelerar sus importaciones. La pregunta que todos se hacen es: ¿Podrá la economía de EE.UU. sobrevivir a esta nueva crisis en la cadena de suministro? La respuesta podría determinar mucho más que solo el futuro de los estibadores.