En las últimas 24 horas, al menos 19 personas han muerto y más de 108 han resultado heridas debido a los ataques israelíes en varios puntos del Líbano. Desde el inicio de la violencia en el último año, más de 2,653 personas han perdido la vida en el país, según informes del Centro de Operaciones de Emergencia del Ministerio de Salud Pública libanés. Las muertes recientes se concentraron principalmente en el sur del Líbano, donde el distrito meridional de Nabatiye fue uno de los más afectados, con 7 muertos y 46 heridos. Además, un paramédico perdió la vida cuando un bombardeo israelí golpeó un centro sanitario en Al Bazouriye.

En medio de esta escalada, el presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, y el mandatario francés, Emmanuel Macron, hicieron un llamado a la "moderación" para detener el ciclo de violencia en Oriente Próximo. Ambos líderes enfatizaron la necesidad de frenar los ataques recíprocos que amenazan la estabilidad de toda la región, centrándose en la situación en Gaza y el Líbano.

Mientras tanto, el ejército israelí ha ampliado la zona humanitaria en Gaza, específicamente en Al Mawasi, añadiendo hospitales de campaña, tiendas y recursos básicos. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos de ayuda humanitaria, esta zona también ha sido objeto de ataques aéreos, lo que genera preocupación entre la población civil que ya sufre condiciones extremas debido al asedio.

Los hutíes de Yemen condenaron los recientes ataques de Israel contra Irán, calificándolos de un "intento desesperado de desviar la atención" de la situación en Gaza. Este grupo rebelde, respaldado por Irán, considera que las agresiones israelíes no solo afectan a Irán, sino que son una amenaza para toda la región.

En respuesta a la crisis humanitaria en Gaza, Josep Borrell, alto representante de la Unión Europea, instó a la comunidad internacional a tomar medidas inmediatas para abordar lo que llamó una "tragedia humana". Destacó la necesidad de proteger los derechos humanos y pidió un alto al fuego urgente.

Recentes desarrollos incluyen bombardeos de Israel a Irán en represalia por ataques previos, los cuales resultaron en al menos dos soldados iraníes muertos, una acción que fue considerada "proporcional" por funcionarios de EE.UU. Este último aseguró que la operación fue enfocada exclusivamente en objetivos militares y subrayó el compromiso continuo de EE.UU. de defender a Israel y mantener la seguridad en la región.

La situación sigue siendo volátil y compleja, con varios actores involucrados y un riesgo creciente de escalada de la violencia. La comunidad internacional observa con creciente preocupación mientras las potencias mundiales refuerzan sus posturas sobre el conflicto.