La Selección Española de fútbol femenino atraviesa tiempos complicados tras una dolorosa derrota en el amistoso contra Italia en Vicenza. El equipo conocido como La Roja no pudo superar a sus rivales italianas, una historia que se repite desde hace un año. Aunque Alba logró abrir el marcador casi al final del encuentro, la delantera italiana Beccari no tardó en responder, sellando así las esperanzas de las campeonas del mundo. La situación para la Selección Nacional es preocupante, pues ahora suma cinco partidos sin conocer la victoria.

El partido comenzó con una formación renovada, ya que la entrenadora Montse Tomé apostó por nuevas caras, dejando en el banquillo a figuras como Jenni Hermoso y Alexia Putellas. Las novedades incluyeron a Amaiur, Lucía y Martín-Prieto, quienes no lograron hacer frente a la sólida defensa italiana. Desde el inicio, las jugadoras italianas se mostraron más contundentes y bien organizadas, dificultando la fluidez del juego español.

España tuvo sus oportunidades, con Lucía y Sheila intentando desde fuera del área. A pesar de sus esfuerzos, el equipo no lograba concretar sus jugadas. La presión aumentaba con cada minuto que pasaba, y la entrenadora Tomé trató de revitalizar el ataque haciendo más cambios, introduciendo a Ona, Alba y Tejada. Pero fue Italia la que acechaba peligrosamente; un potente disparo de Boattin se estrelló en el travesaño, y Giugliano estuvo cerca de anotar en el rebote, pero la portera Cata realizó una intervención salvadora.

Finalmente, la recompensa a la paciencia llegó con un gol de Alba, en una acción confusa que comenzó Lucía y que Alexia logró administrar bien en el área. Sin embargo, Italia no iba a dejar que eso pasara desapercibido: Beccari, con un disparo formidable, devolvió el golpe a las campeonas del mundo, evidenciando la fragilidad de la defensa española.

Cada partido parece agudizar la crisis, y los fantasmas del pasado regresan. Está claro que la Selección necesita urgentemente reencontrar su identidad y cohesión en el juego. Con los planes de preparación para la próxima gran competición a la vuelta de la esquina, los aficionados se preguntan: ¿podrá España revertir esta racha y recuperar la confianza antes de enfrentar a sus próximos rivales? La respuesta es incierta, pero lo que es seguro es que el tiempo apremia.