El Real Madrid se encuentra en medio de una crisis en Valdebebas. Las recientes derrotas en la Champions League han dejado a la directiva bajo presión, obligándolos a replantear su estrategia antes de lo previsto. Los blancos sufrieron dos caídas consecutivas en casa, primero ante el Barcelona en el Clásico y luego contra el Milan, lo que ha encendido las alarmas en la afición merengue.

El entrenador Carlo Ancelotti aún no ha logrado encontrar la formación adecuada para esta temporada, a pesar de la llegada del brillante Kylian Mbappé. Además, las bajas de jugadores clave como Toni Kroos, Nacho y Joselu han complicado aún más las cosas. La defensa ha sido especialmente vulnerable, y las ausencias de David Alaba y Dani Carvajal han destacado la falta de profundidad en esa posición. En el partido contra el Milan, el equipo italiano explotó la banda derecha de los blancos, dejando a Lucas Vázquez en una posición difícil.

Lucas Vázquez, un jugador que ha sido reubicado como lateral derecho, no es responsable de la situación. En el Bernabéu, fue superado en varias ocasiones por Rafael Leão y Theo Hernández, quienes comenzaron a acumular oportunidades de gol por su flanco. La afición no cuestionó el rendimiento de Vázquez, sino la gestión del club respecto a la búsqueda de un lateral derecho eficaz.

Para que el Real Madrid pueda seguir compitiendo al más alto nivel, es imprescindible la incorporación de un lateral derecho titular, especialmente tras la reciente lesión de Carvajal. Las pesquisas se han centrado en el mercado de invierno, pero hasta ahora los resultados son desalentadores; no logran encontrar a un jugador que se ajuste a sus necesidades. Solo hay un nombre que se ha mencionado con firmeza: Trent Alexander-Arnold del Liverpool, quien finaliza su contrato en julio de 2025. Este fichaje sería un movimiento estratégico, pero no se espera que se materialice en enero, a pesar de que algunos sectores del club lo exigen.

La situación en el Real Madrid es delicada, y las decisiones que tomen en los próximos meses serán cruciales no solo para su participación en la Champions, sino también para la lucha por los títulos de La Liga y otras competiciones. La presión aumenta, y el tiempo se agota.