Un grupo de propietarios de viviendas sociales en Dichato, una localidad en la región del Bío Bío, ha sorprendido a las autoridades al apropiarse del cortafuego de Forestal Arauco para extender sus patios. Este acto ha sido calificado como altamente irresponsable debido al grave riesgo que representa para la seguridad y la prevención de incendios forestales.

El tribunal de Concepción ha aceptado una querella presentada por Forestal Arauco, denunciando la ocupación ilegal de una franja de terreno adyacente a las viviendas sociales en el sector El Molino. Este desalojo fue ordenado por el juez, debido a la invención de un espacio que originalmente estaba destinado a prevenir y combatir incendios.

Los propietarios, que adquirieron sus casas a través de un proyecto habitacional del gobierno, tomaron la iniciativa de apropiarse de una franja de cortafuego que había sido limpiada por la empresa forestal. Utilizando estacas y mallas, los residentes delimitaban el terreno que consideraban para sí, ignorando las consecuencias potencialmente peligrosas de su accionar.

Este acto no solo incumple la ley de ocupación de tierras, sino que también plantea un grave problema ambiental, ya que el área ocupada no proporciona la protección necesaria contra los incendios. La Corporación Chilena de la Madera (Corma) ha emitido un llamado urgente a los residentes a respetar estos cortafuegos, que son fundamentales para la seguridad y manejo de los bosques, especialmente en una región susceptible a incendios.

Margarita Celis, gerenta regional de Corma, advirtió que esta ocupación ilegal no es un caso aislado y que han sido reportadas otras situaciones similares en la provincia de Arauco. Las autoridades locales han comenzado a notificar a las familias involucradas que deberán retirar inmediatamente sus cercos. En caso de negativa, Carabineros será llamado para ejecutar el desalojo y retirar las estructuras ilegales construidas.

La comunidad enfrenta así un dilema entre sus deseos de ampliar sus propiedades y la necesidad urgente de proteger el entorno natural y prevenir desastres que podrían afectar a toda la región. Este incidente ha reavivado el debate sobre la planificación urbana y la seguridad en áreas adyacentes a terrenos forestales.