Córdoba/Apenas ha pasado un mes y medio desde que Eloy Girela asumió el cargo de decano de la Facultad de Medicina y Enfermería de la Universidad de Córdoba (UCO). Girela se muestra optimista sobre su nuevo rol, destacando la buena relación con su equipo y la comunidad universitaria. Originario de Órgiva, Granada, Girela se adentró en el mundo de la medicina inspirado por su padre, un maestro que soñaba con ser médico.

Durante la entrevista, Girela relata que ser médico representa para él un compromiso profundo con la salud y el bienestar de las personas. A pesar de su entusiasmo, también se enfrenta a desafíos significativos: la creciente crisis de falta de médicos y el aumento del número de estudiantes en su facultad, que actualmente cuenta con aproximadamente 1.500 alumnos.

¿Por qué decidió presentarse como decano?

La elección fue sencilla para Girela, ya que considera que la facultad, aunque pequeña, ofrece un ambiente colaborativo. Sin embargo, enfatiza que necesita abordar problemas fundamentales relacionados con la calidad educativa, especialmente en lo que respecta al aumento de estudiantes y la dificultad en ofrecer prácticas de calidad.

Desafíos inminentes

Girela destaca que enfrenta la necesidad de asegurar que los egresados tengan la formación adecuada para satisfacer las necesidades del sistema de salud. "La presión para aumentar el número de estudiantes proviene de un supuesto déficit de médicos, pero aumentar el número de facultades no es la solución", advierte. La reciente creación de nuevas facultades de Medicina en España ha generado un desajuste: actualmente, somos el país con más facultades de Medicina per cápita del mundo.

Un futuro incierto para los nuevos médicos

Uno de los puntos más alarmantes que Girela menciona es el periodo de formación. Un nuevo estudiante de medicina no comenzará a trabajar hasta al menos 12 años después de ingresar, lo que genera una posible sobreabundancia en el mercado laboral. "Cuando todos estos nuevos médicos terminen, habrá al menos 20.000 médicos de más que se enfrentarán a la realidad del desempleo o de trabajos en condiciones precarias", afirma.

Condiciones laborales precarias

Girela señala que una de las razones clave por las que muchos médicos no se quedan en España es la falta de condiciones laborales atractivas. Explica que seguir formando médicos sin abordar las realidades del mercado laboral es un proceso insensato. La necesidad de estimular el interés en especialidades menos demandadas, como la Medicina de Familia, es urgente; se requieren incentivos económicos que hagan atractivo trabajar en áreas con menos recursos.

Una carrera en auge

Mientras tanto, se cuestiona si la carrera de Medicina sigue siendo vocacional o simplemente está de moda. Girela opina que, aunque hay una fuerte demanda social y familiar, la vocación sigue siendo un motor clave. Pero esta alta demanda también lleva a una competencia feroz, lo que significa que muchos graduados enfrentan un panorama laboral incierto.

Las dificultades en la capacitación práctica

La realidad de las aulas y los hospitales revela que con el número creciente de alumnos, proporcionar experiencias prácticas de calidad se vuelve cada vez más complicado. La falta de tutores clínicos y la presión en las instituciones hospitalarias limita la capacidad de formación adecuada para los estudiantes, algo que Girela está decidido a mejorar.

Con una gestión mejor planificada y un enfoque más realista sobre cómo manejar la enseñanza de medicina, Girela espera revertir esta tendencia que podría llevar a una crisis aún mayor en el sector salud en España. Al final, él enfatiza que no se trata solo de aumentar el número de médicos, sino de asegurar que la formación que reciben sea de la más alta calidad, garantizando una atención sanitaria efectiva y humanitaria.