Los jóvenes de la Generación Z están redefiniendo el consumo con un enfoque audaz en el presente, explorando diversas estrategias para asegurar su futuro. Ya sea a través de opositar a un puesto en el gobierno, invertir en criptomonedas o convertirse en influencers, estos jóvenes han dejado atrás la visión tradicional de ahorro y estabilidad.

Un reciente informe titulado "Trends Review 2025", realizado por VML The Cocktail, revela que los jóvenes españoles priorizan su bienestar inmediato, y esta tendencia se refleja en el Global Happiness Report. Mientras los menores de 30 años ocupan el puesto 56 en bienestar, los mayores de 60 se encuentran en el 29, indicando una brecha alarmante que revela cómo los más jóvenes están enfrentando una crisis de bienestar y confianza, afectando sus decisiones y hábitos de consumo. En lugar de aferrarse al pasado o soñar con un futuro estable, los jóvenes se enfocan en el "bienvivir", maximizando sus experiencias en lugar de acumular riqueza.

La digitalización y los cambios en el entorno económico están fomentando un escepticismo que moldea las decisiones de consumo. El 57% de la Generación Z está interesado en monetizar su tiempo, superando a los Millennials, la Generación X y incluso a los baby boomers en la búsqueda de optimización de recursos. Mientras tanto, un 70% de los Millennials también busca aprovechar su tiempo libre con actividades significativas, evidenciando que el deseo de disfrutar el presente abarca a múltiples generaciones.

La alimentación y la salud son áreas donde esta mentalidad de optimización se hace más evidente. Se espera que el mercado de superalimentos crezca un 10,24% anualmente entre 2024 y 2029, y el consumo de bebidas energéticas en jóvenes de 14 a 18 años ha aumentado del 40% en 2014 al 47% en 2023. Además, el interés por los suplementos de proteínas se ha triplicado este año, reflejando el deseo de mejorar el rendimiento físico y la imagen personal.

La salud mental ahora juega un papel crucial en las decisiones de compra; cualquier gasto que lo favorezca es visto como una inversión. El aumento de tratamientos estéticos entre jóvenes de 24 a 27 años muestra cómo buscan mejorar su autoestima a través de cambios visibles.

Asimismo, el acceso a la vivienda ha transformado la forma en que los jóvenes estructuran su vida. Aunque en el rango de 25 a 44 años la percepción de que alquilar es “tirar dinero” ha aumentado, la compra de vivienda ya no es la única prioridad, prefiriendo servicios y experiencias asociadas al hogar. Este cambio se ilustra en el 20% de incremento en la oferta de pisos compartidos en el tercer trimestre de 2024, resaltando una nueva perspectiva sobre lo que significa el hogar.

En cuanto al futuro, los jóvenes siguen buscando seguridad pero lo hacen de manera diferente. En lugar de los tradicionales ahorros a largo plazo, la Generación Z y los Millennials están interesados en tres vías principales para construir su estabilidad: aprovechar grandes oportunidades, desarrollar hábitos que favorezcan la estabilidad y hacer pequeñas inversiones que permitan obtener beneficios sin comprometer grandes recursos. De hecho, el 47% de la Generación Z considera una carrera pública entre sus tres opciones laborales más deseadas.

Ante esta transformación en las expectativas de consumo, las marcas deben adaptarse rápidamente. Conectar con la Generación Z requiere ofrecer herramientas que les permitan disfrutar del presente y, a su vez, redefinir conceptos que han perdido relevancia. La clave está en facilitar el acceso a productos innovadores, proporcionar experiencias significativas y ofrecer un trato excepcional, algo que los consumidores de hoy valoran inmensamente. Felipe Romero, Socio de VML The Cocktail, enfatiza que las marcas deben evolver según los aspiraciones de los jóvenes, creando nuevas expectativas y oportunidades que resalten la importancia del presente y la experiencia en el hogar y la comunidad.