Tokio, 12 nov (EFE).- En un evento parlamentario que ha capturado la atención de toda la nación, el portavoz del Gobierno japonés, Yoshimasa Hayashi, salió al paso de los rumores sobre la salud del Primer Ministro, Shigeru Ishiba, quien fue visto aparentemente dormido durante una sesión crucial. Las imágenes, que se volvieron virales, generaron preocupación, pero Hayashi aseguró que la situación se debe simplemente a que Ishiba "tomó medicamentos para el resfriado".

Durante la rueda de prensa posterior a la votación en la que Ishiba fue reelegido como Primer Ministro por mayoría simple, Hayashi defendió al líder diciendo: "El Primer Ministro está muy ocupado, trabaja hasta altas horas de la noche y, aunque se sentía un poco mal, no hay problemas graves con su salud".

Un video compartido por la cadena Nippon Television mostraba a Ishiba cabizbajo y con los ojos cerrados mientras se esperaban los resultados de la votación en la Dieta, lo que ha provocado una serie de reacciones en las redes sociales. Los usuarios de X, la plataforma de microblogging, se mostraron divididos, con algunos expresando su preocupación y otros demandas de renuncia como respuesta a la imagen del Primer Ministro durmiendo en su puesto.

La actriz japonesa Tomoko Mariya, famosa por sus papeles en dramas televisivos, comentó: "Debería existir una regla de no dormir en las votaciones para elegir al Primer Ministro", mientras otros internautas manifestaban su indignación con frases como "¡Qué vergüenza!".

El episodio ocurre en un momento crítico para el Primer Ministro Ishiba, quien asumió el cargo el 1 de octubre tras una victoria en las primarias del Partido Liberal Democrático (PLD) y convocó elecciones anticipadas buscando consolidar su poder. Sin embargo, la actual situación de la economía japonesa, marcada por la inflación y otros escándalos políticos, ha llevado a una significativa caída en el apoyo al PLD y a su socio de coalición, el partido budista Komeito, que en las elecciones recientes no lograron mantener la mayoría absoluta en el parlamento.

El futuro de Ishiba como Primer Ministro es incierto, con un mandato caracterizado por una oposición creciente y desafíos internos en su partido. Las recientes imágenes podrían complicar aún más su posición, alimentando el debate sobre la eficacia de su liderazgo en un contexto político cada vez más desafiante.