Este año, Lollapalooza 2025 fue testigo de una actuación inesperada que rápidamente se volvió el tema de conversación. Claudio Narea, el emblemático músico chileno, subió al escenario en una presentación que, al inicio de la semana, no figuraba en la agenda del festival. Reconociendo la situación con humor, Narea dijo entre risas: “Ni siquiera se nos había pasado por la cabeza” al referirse a su aparición en el evento.

Acompañado por una banda que logró generar una gran conexión con el público, Narea deleitó a los asistentes con un repertorio cargado de nostalgia, basado principalmente en los éxitos de su famosa banda, Los Prisioneros. El show comenzó con la icónica “La voz de los ‘80”, que desató un coro ensordecedor en la audiencia, que comenzó a congregarse en el lugar ante los acordes inconfundibles de la canción.

A lo largo de más de 50 minutos de música, los fans no solo cantaron junto a Narea, sino que también disfrutaron de clásicos como “Mentalidad Televisiva” y “We Are Sudamerican Rockers”. Sin embargo, la presentación no se limitó únicamente a sus antiguas glorias. Narea se tomó el tiempo para rendir homenaje a su antigua banda de rockabilly, Profetas y Frenéticos, interpretando la enérgica “¡Muévete, Retuércete!” y compartiendo un mensaje sobre Julia Chuñil, una figura relevante en la lucha social.

Reflejando su compromiso con las causas sociales, Narea hizo eco de varios problemas actuales en su música, incluso rescatando sencillos de su carrera solista como “Baile Mental”, “Cuándo todo está al revés” y “Rico el país”, donde incorporó imágenes de noticias sobre la situación ambiental en Chile, el uso de agrotóxicos y la crisis de contaminación lumínica en los observatorios del país.

“Estamos acostumbrados a las guerras, a los presidentes imbéciles”, expresó Narea, lanzando un mensaje claro y contundente al público, que lo aplaudió con entusiasmo. El setlist siguió con éxitos que resonaron entre los asistentes, incluyendo “Sexo”, “Quieren Dinero” y “Nunca quedas mal con Nadie”. En un emotivo momento, el artista dedicó unas palabras a su amigo y manager, Carlos Fonseca, quien falleció recientemente, así como a sus compañeros de banda, Jorge González y Miguel Tapia.

El cierre del concierto no decepcionó: con canciones populares como “Paramar”, la presentación culminó con un homenaje a la cultura musical chilena y manifestaciones de alegría por parte de los fans. A pesar de un pequeño error en la interpretación de “Lo estamos pasando muy bien”, el ambiente de celebración y camaradería reinó hasta el final, dejando a todos con ganas de más.

Narea logró ejecutar un espectáculo que, aunque planificado en menos de 48 horas, se transformó en un hito y demostró, una vez más, el poder de la música para unir a las personas, algo esencial en un evento como Lollapalooza.