Incertidumbre sobre la Starliner de Boeing: El futuro de la nave espacial está en juego

La historia de la Starliner de Boeing ha tomado un giro inesperado desde que el 5 de junio se llevara a cabo la Prueba de Vuelo Tripulado (CFT). La misión, que incluía a los astronautas de la NASA Butch Wilmore y Suni Williams, tenía como objetivo llevar a cabo una estancia de aproximadamente 10 días en la Estación Espacial Internacional (ISS). Aunque la Starliner llegó a su destino sin incidentes, el viaje no estuvo exento de problemas significativos: se reportaron fugas de helio en su sistema de propulsión y fallos en los propulsores.

Como resultado de estos fallos, la NASA decidió ampliar la estancia en la ISS durante varios meses para investigar los problemas con la nave. Finalmente, el 24 de agosto, la agencia tomó la decisión de regresar la Starliner a la Tierra sin tripulación. La nave realizó un aterrizaje seguro el 6 de septiembre en el desierto de Nuevo México. Mientras tanto, Wilmore y Williams fueron derivados a la misión Crew-9, donde realizaron un vuelo de regreso en una Crew Dragon de SpaceX, concluyendo así su propia aventura espacial tras nueve meses y medio.

El futuro de Starliner se mantiene incierto. Steve Stich, gerente del Programa de Tripulación Comercial de la NASA, afirmó en una conferencia de prensa que están analizando la situación «con mucho cuidado». El equipo está investigando a fondo el vehículo y los problemas asociados al sistema de helio, y están planificando pruebas en el desierto de White Sands, en Nuevo México, este verano.

Starliner está equipada con cuatro cápsulas, cada una diseñada con 12 propulsores: cinco para maniobras de control orbital y siete para ajustes finos durante acoplamientos. Sin embargo, durante el vuelo tripulado, la nave experimentó un fallo en cinco de los 28 propulsores RCS, aunque el equipo logró reiniciar cuatro de ellos. Las pruebas en tierra han indicado que el sobrecalentamiento podría ser la causa del fallo, lo que ha llevado a la NASA a considerar ajustes en el diseño y en las operaciones futuras de la nave.

A pesar de que el próximo vuelo de Starliner –aún reflejado en la página de la NASA– tiene una tripulación potencialmente asignada, que incluye a los astronautas Mike Fincke y Scott Tingle, de la NASA, junto con Joshua Kutryk de la Agencia Espacial Canadiense, todavía no se ha tomado una decisión definitiva sobre si llevará astronautas en su próximo lanzamiento. Stich mencionó que «es algo que todavía se está evaluando».

La intención de la NASA es que la Starliner, junto a las Crew Dragon de SpaceX, se conviertan en los principales vehículos de transporte de astronautas. La agencia espera certificar a Starliner para misiones tripuladas poco después de este próximo vuelo, siempre que todo se desarrolle sin contratiempos. Stich destacó la importancia de contar con sistemas de transporte de tripulación diversificados, afirmando que «el regreso de Butch y Suni en la Dragon demuestra la relevancia de la Starliner en el contexto de la economía de vuelos espaciales tripulados en órbita baja terrestre».