Hace casi una semana, el Presidente Gabriel Boric tomó la decisión sorpresiva de no realizar cambios en su gabinete a pesar de las presiones constantes de la oposición. Esta declaración ha dejado a sus ministros ante una serie de desafíos cada vez más difíciles.

Con la fecha límite del 15 de noviembre acercándose - momento en que muchos funcionarios deben renunciar si desean postularse en las elecciones parlamentarias de 2025 - Boric reafirmó su confianza en su equipo ministerial, indicándoles que continuarán impulsando sus respectivas agendas de trabajo.

Cada ministerio enfrenta desafíos significativos. Por ejemplo, la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, está al frente de la crucial reforma a las pensiones, un tema que ha generado intensos debates en el país. Mientras tanto, sus colegas de Hacienda, Mario Marcel; de Economía, Nicolás Grau; y de Salud, Ximena Aguilera, tienen que lidiar con críticas feroces provenientes de la oposición sobre el estado actual de la economía y la atención sanitaria.

En el ámbito educativo, Nicolás Cataldo lucha por la eliminación del Crédito con Aval del Estado y busca la aprobación de la reparación de la deuda histórica educativa. Además, el Ministerio de la Mujer, liderado por Antonia Orellana, se prepara para presentar un proyecto de ley sobre la interrupción voluntaria del embarazo, un tema que ha despertado opiniones polarizadas en la sociedad chilena.

Sin embargo, no todo es positivo en la coalición. Existen voces dentro del oficialismo que critican la falta de respuesta del Presidente para aprovechar el momento y dar un nuevo impulso a su administración. El diputado Marcos Ilabaca (PS) afirmó que hay ministros que 'no han estado a la altura de los desafíos' y que los ciudadanos merecen que el gobierno cumpla con las promesas hechas.

El senador Iván Flores (DC) también expresó su preocupación, sugiriendo que es necesario aumentar la inversión en áreas críticas como salud y seguridad y abogó por eliminar la burocracia que obstaculiza estas acciones.

La oposición, por su parte, mantiene una postura crítica hacia la continuidad de la ministra del Interior, Carolina Tohá, señalando que su permanencia podría dificultar el diálogo político en el Congreso. El diputado Henry Leal (UDI) subrayó que esta situación podría afectar la calidad del debate legislativo y, por ende, la capacidad del gobierno para implementar sus propuestas.

El Gobierno rechaza esta perspectiva, defendiendo que la agenda legislativa debe avanzar independientemente de los conflictos políticos internos. El ministro Secretario General, Álvaro Elizalde, enfatizó que es fundamental que los legisladores se enfoquen en las necesidades del país y no se dejen llevar por las disputas políticas que pueden entorpecer la aprobación de leyes vitales para la nación.

Mientras tanto, la presión para que el gabinete responda de manera más efectiva a las demandas de la ciudadanía continúa en aumento, y los próximos meses serán cruciales para la consolidación de la agenda de Gabriel Boric y su equipo ministerial. ¿Podrá el gobierno sortear estos desafíos y cumplir con sus promesas electorales antes de las elecciones de 2025? La pregunta queda en el aire.