¿Por qué la ultraderecha intenta apropiarse del mundo del misterio y la ciencia?
2024-11-15
Autor: Valentina
En 1884, un semanario espiritista llamado 'La luz del porvenir' ofrecía a sus lectores la oportunidad de suscribirse a una amplia variedad de temas que incluían ocultismo, feminismo y socialismo. Dirigido por Amanda Domingo Soler, una de las primeras mujeres al frente de una publicación en España, esta revista se convirtió en un punto de encuentro para diversas ideologías, donde feministas como Emilia Pardo Bazán y anarquistas como Teresa Claramunt podían cohabitar en el mismo espacio. Por aquel entonces, el espiritismo y otras corrientes filosóficas eran vistas como alternativas que cuestionaban el dogma religioso y proponían nuevas visiones sobre la existencia y el más allá, propiciando diálogos entre diferentes sectores de la sociedad.
Más de un siglo después, en 1989, la revista 'Más allá de la ciencia', dirigida por Jiménez del Oso, se alineó con una nueva era de misterio y especulación en la comunicación popular. Su contenido, que incluía extraterrestres y especulaciones sobre Jesucristo, marcaba una tendencia a más de 200,000 copias vendidas. Hoy, el ambiente en torno a las ciencias ocultas parece estar más influenciado por mitos contemporáneos y teorías de conspiración, con figuras como Íker Jiménez, que ha sido criticado por la difusión de información engañosa en sus programas, volviendo a poner en el centro de atención el fenómeno del misterio en la cultura popular española.
El escritor e investigador Servando Rocha sostiene que este auge en el interés por lo misterioso se debe al deseo de buscar explicaciones a un mundo cada vez más caótico y complejo. “La conspiración ofrece una forma de comprender lo incomprensible en estos tiempos inciertos”, comenta. Y la inquietante tendencia de la ultraderecha a apoderarse de estos temas no es casual. Históricamente, las ideologías conservadoras han buscado cimentar su narrativa en la anticiencia, alimentando una cultura de desconfianza hacia el conocimiento científico.
Lo curioso es que el misterio no pertenece a una ideología política específica, sino que se ha expandido en un contexto donde las inquietudes sociales se entrelazan con creencias esotéricas. Desde el renacimiento de grupos new age hasta la reaparición de teorías conspirativas, hoy en día parece que la ultraderecha intenta usar la confusión reinante y el miedo al futuro para promover sus propias agenda y mitos, buscando establecer una conexión con la población que se siente perdida. Los mensajes en redes sociales y medios de comunicación frecuentemente contradicen la lógica, sembrando dudas sobre la veracidad de la ciencia y alineándose con pensamientos radicales que desafían las evidencias.
Hay que recordar que el misterio nunca ha sido enemigo del progreso, sino un acompañante curioso en el viaje del humano hacia el entendimiento. Así lo determina Aldo Linares, uno de los referentes del misterio en España, quien señala que muchas veces hay sofisticados 'sacacuartos' que se aprovechan de la vulnerabilidad de personas en busca de respuestas y consuelo.
El arte, la ciencia y el misterio pueden coexistir en un equilibrio complicado pero provechoso. Este entretejido de ideas crea una rica cultura que, incluso si es a veces malinterpretado o explotado, ofrece profundas reflexiones sobre la condición humana. En un mundo donde se promulga la desconfianza hacia la ciencia, la lucha por el conocimiento y la verdad continúa siendo una batalla esencial. Mientras la ultraderecha busca sus ventajas políticas, el auténtico misterio se queda con las preguntas más humanidad y su búsqueda de sentido.