Los usuarios de la red social X, anteriormente conocida como Twitter, están abandonando la plataforma a un ritmo alarmante, mientras que otras aplicaciones de microblogging se disparan en las listas de descargas. Esta tendencia se ha intensificado en la última semana, coincidiendo con las recientes elecciones en Estados Unidos.

Aunque no está claro si esta deserción es definitiva o si simplemente están explorando nuevas opciones, muchos mencionan como razón principal el firme apoyo de Elon Musk hacia Donald Trump y el clima polarizador que se vive en la plataforma. Esto ha hecho que tanto individuos como organizaciones reconsideren su presencia en X.

Este fenómeno no es nuevo. Tras la adquisición de Twitter por Musk en octubre de 2022, la plataforma ya había sufrido pérdidas significativas de usuarios. La reciente prohibición de Twitter en Brasil este año también ha contribuido a la caída, pero muchos opinan que el respaldo de Musk a Trump ha resultado ser el factor que llevó a muchos a dar el paso definitivo.

Además de la polarización política, la reducción en la moderación de contenidos también ha llevado a que los usuarios se alejen. Bart Cammaerts, investigador de comunicación en la London School of Economics, sugiere que estos cambios han estado gestándose durante tiempo, avivando las preocupaciones sobre la dirección futura de X.

La deserción de medios de comunicación no se ha hecho esperar. A mediados de noviembre, el periódico La Vanguardia anunció su decisión de dejar de publicar en X, uniéndose a otras organizaciones como NPR y PBS, que ya habían hecho lo mismo el año pasado. La Australian Broadcasting Corporation, por su parte, ha recortado su presencia en X de forma drástica, pasando de numerosas publicaciones a solo cuatro.

Celebrities como Jamie Lee Curtis, Bette Midler, Elton John, Jim Carrey y Gigi Hadid también han tomado la decisión de marcharse o suspender su actividad en la plataforma, lo que refleja una pérdida de credibilidad y atractivo para X. En Alemania, el Festival de Cine de Berlín y el equipo de la Bundesliga FC St Pauli también han decidido dar un paso al costado.

Las razones detrás de la salida de usuarios son variadas, pero un factor destacado es la proliferación de contenidos negativos. The Guardian ha mencionado “contenido perturbador”, incluyendo teorías de conspiración y racismo, como una de las principales preocupaciones. A su vez, Silvia Majo-Vázquez, investigadora de comunicación política, señala que los medios están obligados a optimizar sus recursos y priorizar otras plataformas que podrían ofrecer una mejor experiencia para sus audiencias, especialmente los jóvenes.

Mientras que muchos usuarios verbalizan que buscan una experiencia más “auténtica” similar al Twitter de antes, libre de bots y con más interacciones significativas. La discusión sobre el futuro del discurso público en Internet está en auge. Cammaerts concluye planteando preguntas críticas sobre cómo debe ser nuestro entorno mediático democrático y si es posible regularlo de manera efectiva para mejorar la calidad de la comunicación en línea.

Este éxodo podría marcar un cambio significativo en la dinámica de redes sociales. ¿Podrá X revertir esta tendencia o estamos presenciando el final de una era? Solo el tiempo lo dirá.