El Impactante Suceso del Avión Ruso que Ucrania Capturó
2024-11-14
Autor: Camila
En un giro inesperado en el conflicto entre Rusia y Ucrania, en octubre de 2024, un caza Su-57 de las fuerzas rusas derribó un dron no tripulado de combate furtivo S-70 que, irónicamente, también pertenecía a las tropas rusas. Este incidente tuvo lugar cerca de Kostyantynivka, en la región de Donetsk, un área clave del este de Ucrania que ha sido testigo de intensos combates.
Los expertos militares consultados han especulado sobre la posible pérdida de control del dron S-70 debido a interferencias de sistemas de guerra electrónica. Ante esta situación, el Su-57 podría haber tratado de destruir su propia máquina para evitar que cayera en manos enemigas, dado que ambos vehículos operaban en una zona de defensa aérea ucraniana.
Después del incidente, ni el gobierno de Moscú ni el de Kiev brindaron explicaciones inmediatas, pero el servicio de inteligencia militar de Ucrania (GUR) logró analizar los restos del S-70. Los hallazgos fueron reveladores: varios de los componentes electrónicos del dron fueron fabricados por empresas occidentales, lo que plantea serias preguntas sobre cómo Rusia ha podido acceder a tecnología militar en medio de las sanciones impuestas desde su invasión de Ucrania en febrero de 2022.
Durante más de dos años de conflicto, Ucrania ha recibido respaldo militar y financiero significativo de sus aliados, un apoyo que ha resultado fundamental para contrarrestar las ofensivas rusas. El GUR comunicó que encontró piezas del S-70 elaboradas por compañías de Estados Unidos y Alemania, sugiriendo que el Kremlin ha estado utilizando tecnología prohibida en el desarrollo de su armamento.
El S-70 Okhotnik-B, conocido como Hunter-B, es un dron de combate furtivo desarrollado por Sukhoi y MiG para la Fuerza Aérea Rusa. Este avión, calificado de “invisible” a los radares, posee características impresionantes: pesa más de 20 toneladas y tiene un alcance estimado de 6,000 kilómetros. Su diseño aerodinámico, similar al del dron estadounidense X-47B, le permite llevar a cabo misiones tanto de ataque como de reconocimiento.
Una de las características más llamativas del S-70 es su capacidad de operar en conjunto con otros aviones de última generación, como el Su-57, que fue el caza responsable de derribarlo. Desde su primer vuelo en 2019, el S-70 ha sido objeto de gran atención internacional, aunque no había evidencia de su utilización en el conflicto hasta el incidente de octubre.
El GUR también informó que se hallaron restos de una bomba planeadora D-30, lo que sugiere que el dron estaba en una misión activa de ataque. Este descubrimiento pone de manifiesto la eficacia de los drones en el campo de batalla moderno, así como el potencial para un cambio en las tácticas de ambos bandos.
La reacción de las empresas de tecnología mencionadas en el análisis fue de sorpresa. Tanto STMicroelectronics como Infineon Technologies enfatizaron su compromiso con el cumplimiento de las normativas y las sanciones internacionales, y subrayaron que no autorizan el uso de sus productos para fines bélicos.
Además, un informe de Conflict Armament Research (CAR) reveló que misiles balísticos de corto alcance utilizados por Rusia contenían más de 290 componentes electrónicos extranjeros, lo que refleja el grado de dependencia de tecnología foránea. La Asociación de la Industria de Semiconductores de Estados Unidos (SIA) también destacó los retos de monitorear la cadena de suministro global, pues la industria ha producido miles de millones de chips en años recientes, algunos de los cuales pudieron ser utilizados en armamento.
Este contexto resalta la complejidad del problema de las sanciones y el comercio internacional en el ámbito de la tecnología militar, sugiriendo que las empresas y gobiernos deben estar cada vez más atentos para prevenir el desvío de tecnología sensible a situaciones de conflicto.