Decenas de trabajadores de la Dirección Regional de Salud (Diresa) marcharon enérgicamente en Huánuco, temerosos de ser desalojados del local histórico donde han ejercido su labor durante 78 años. Este edificio, ubicado en la cuadra 10 del jirón Dámaso Beraún, es propiedad de la Sociedad de Beneficencia de Huánuco, que ha iniciado un proceso judicial para recuperar el inmueble, alegando que la Diresa no ha pagado alquiler desde hace años.

Desde el 2019, la Beneficencia ha buscado recuperar el control del local, y en los próximos días se espera una sentencia que podría resultar en el desalojo de la Diresa. "No tenemos un lugar a dónde ir y las autoridades no han hecho nada para encontrar una solución. Nuestros servicios son vitales para la población!", expresó Francisca Samaniego, líder del Sindicato de Trabajadores de la Diresa, durante la protesta que reunió a un gran número de integrantes del equipo de salud.

La Diresa no solo ofrece servicios administrativos, sino que también realiza análisis de laboratorio a muestras provenientes de toda la región. "Si nos desaloja, todas las muestras tendrían que irse a Lima, lo que retrasaría el diagnóstico y atención de los pacientes. Además, aquí también opera el SAMU, que brinda atención de emergencias", alertó Samaniego, enfatizando la importancia del local para la salud pública.

PODER JUDICIAL EN DECISIÓN CRUCIAL

Por su parte, Baltazar Vara, representante de la Municipalidad de Huánuco en el directorio de la Beneficencia, aseguró que el futuro de la Diresa está en manos del Poder Judicial. "Es un proceso que se fundamenta en un acuerdo de directorio de gestiones anteriores. Nos queda esperar la decisión del juez para saber el desenlace", afirmó Vara.

La Beneficencia ha indicado que tiene planes para convertir el inmueble en un hogar para ancianos, argumentando que el espacio fue donado originalmente para fines benéficos.

Sin embargo, la situación es tensa, ya que la Diresa acumula una considerable deuda con la Beneficencia desde 2019, lo que ha alimentado el argumento de que sería irresponsable alquilar a un 'cliente moroso'. La pregunta que muchos se hacen es: ¿Qué pasará si se ejecuta el desalojo? El futuro de muchos servicios de salud y la atención de cientos de pacientes en Huánuco están ahora en la balanza.

Este conflicto refleja una preocupación más amplia sobre la situación de las infraestructuras de salud pública en Perú, un país que enfrenta desafíos significativos en su sistema de atención médica, especialmente tras los estragos del COVID-19. La comunidad espera que las autoridades intervengan para salvaguardar no solo el local, sino también la salud de todos los habitantes de la región.