La actriz catalana Yolanda Ramos ha sido el centro de atención tras sus controvertidas declaraciones durante la gala de los Premios Feroz celebrada en Pontevedra el pasado sábado. En un momento que dejó a muchos con la boca abierta, Ramos, que presentó el galardón a Mejor Guion junto a Daniel Guzmán, se apartó del guion establecido por los organizadores y optó por un diálogo improvisado.

"Cuando nos llegó el guion, yo, siendo un poco rebelde, dije 'no me gusta; si no me dejan cambiarlo, no presento'. En ese instante, la audiencia rió, y pensé que había sido un momento cómico", comentó la actriz en un vídeo publicado en TikTok, donde trató de aclarar la situación y defenderse de las críticas que ha recibido.

Sin embargo, su elección no fue bien recibida en las redes sociales, donde muchos usuarios catalogaron su intervención como una falta de respeto hacia los guionistas que habían trabajado arduamente en el evento. "Si alguien se sintió ofendido, lo siento mucho. Nunca fue mi intención", añadió Ramos, quien subrayó que su intención había sido hacer humor, aunque admitió que tal vez no lo ejecutó de la mejor manera.

"Siempre he tenido un gran respeto por los guionistas y me duele que se haya malinterpretado mi actuación. A veces el humor no siempre funciona y reconozco que esta vez no lo hice bien", indicó la actriz.

A pesar de la controversia, Ramos también recibió apoyo de algunos compañeros del sector, quienes la defendieron, argumentando que la gala es un espacio para la diversión y el entretenimiento. No obstante, el debate sobre los límites del humor en eventos públicos continúa siendo tema de conversación entre críticos y aficionados al cine.

La reacción del público en el auditorio fue, en el momento, de risa, lo que llevó a algunos a pensar que su intervención había sido exitosa. Sin embargo, el posterior revuelo en redes sociales ha puesto de manifiesto la delgada línea que separa la comedia de la ofensa en eventos tan mediáticos. En otros casos, el humor ha sido utilizado de forma efectiva para suavizar tensiones, pero no siempre garantiza una recepción positiva.

En resumen, Yolanda Ramos se encuentra en el ojo del huracán tras su controversial intervención, revelando no solo la difícil relación que existe entre humor y respeto, sino también el impacto que las palabras pueden tener en el mundo del espectáculo.