Introducción

La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, se encuentra en una posición política vulnerable tras haber sido invisibilizada en el seno del Ejecutivo. En medio de la creciente amenaza de que Podemos pueda ocupar su espacio en las venideras elecciones, Díaz ha decidido iniciar una confrontación abierta en Moncloa para intentar capitalizar un rédito electoral. Esta maniobra está generando descontento en el ala socialista del Gobierno, que observa a Sumar como un rival en la lucha por liderar el espacio progresista contra Podemos, lo que resulta en un debilitamiento del propio Gobierno.

Estrategia política de Yolanda Díaz

Como pieza central de su estrategia, Díaz se ha enfocado en la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas, una propuesta que ha tomado gran relevancia en su rol como ministra de Trabajo. Esta medida busca restaurar su credibilidad política luego de los recientes tropiezos de su partido, marcados por la crisis de confianza provocada por el “caso Errejón” y una serie de descalabros electorales. A esta situación, se suma su enfrentamiento directo con el Ministerio de Economía, donde el ministro Carlos Cuerpo ha solicitado ralentizar el proceso que lleva a una legislación efectiva sobre esta agenda, intentando asegurar el respaldo de los empresarios antes de continuar.

Presión sobre el presidente Pedro Sánchez

Simultáneamente, la presión se agrava para el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien se encuentra concentrado en limpiar la imagen del PSOE tras los escándalos de corrupción que han manchado su reputación. En Podemos, por otro lado, ya se ven los resultados de su reciente recuperación en las encuestas, lo que reafirma su relevancia en el espectro político. Para avivar aún más la controversia, mañana se llevará a cabo un acto en Madrid que marcará el regreso de Irene Montero, en el cual Pablo Iglesias también jugará un rol protagónico.

Resultados de las encuestas y futuro político

Las encuestas han comenzado a mostrar un panorama donde Podemos podría obtener entre cuatro y cinco diputados mientras que Sumar estaría oscilando entre siete y ocho, lo que induce a una parálisis dentro del partido de Díaz. Fuentes cercanas a la vicepresidenta han comentado que se mantendrán firmes en su lucha, afirmando que la medida de la jornada laboral y la discusión sobre la vivienda son esenciales para la supervivencia del Gobierno, y que su postergación podría significar el colapso del propio Ejecutivo.

Intensificación de la presión en Moncloa

Además, la vicepresidenta está planeando intensificar la presión en Moncloa si el Ministerio de Economía no ajusta su postura. Sin embargo, no se espera que Sumar amenace con abandonar el Gobierno a pesar de las tensiones actuales. Aun así, el Ministerio de Trabajo proseguirá con su retórica desafiante mientras teje lazos con los sindicatos, preparándose para movilizaciones a favor de la jornada laboral. También se prevé que Díaz emprenderá una gira por distintas partes del país, junto con Comisiones Obreras y UGT, para ganar apoyo popular en su cruzada.

Conflictos internos en el Gobierno

Ayer, en un intercambio acalorado, Díaz acusó al Ministerio de Economía de bloquear la rápida tramitación de la reducción de la jornada, algo que desde Economía desmienten, afirmando que se abordará en la próxima reunión de la Comisión Delegada. El sector socialista del Gobierno se alinea con Economía, anunciando que no enviarán la ley al Congreso sin garantías firmes de apoyo, dado que temen perder el control sobre el debate legislativo. Los conflictos internos se están intensificando, y la balanza parece inclinarse conforme avanzan las tensiones entre los aliados del Gobierno.