Este lunes, el Banco Internacional de Pagos (BIS) tomará una de las decisiones más esperadas en el ámbito financiero global: elegir al sucesor del actual director, el mexicano Agustín Carstens. Entre los favoritos para ocupar este puesto se encuentra Pablo Hernández de Cos, exgobernador del Banco de España, quien podría asumir la dirección del BIS en un momento crítico para la regulación financiera internacional.

A medida que las relaciones geopolíticas se tornan cada vez más complejas, sus probabilidades de éxito como director gerente están elevándose, a menos que surjan candidatos inesperados, como una mujer asiática. La importancia de este puesto radica en su papel vital para coordinar las políticas de los banqueros centrales y establecer estándares de regulación financiera que puedan adaptarse a un entorno mundial cambiante y marcado por el ascenso de líderes con posturas menos multilateralistas.

Aunque el cargo no otorga un poder regulatorio directo, Hernández de Cos es reconocido por su respeto y habilidad para influir en el debate y en las decisiones económicas internacionales. Su participación en foros como el G20 o las reuniones del Fondo Monetario Internacional, de ser elegido, será crucial en la promoción de estándares globales que fortalezcan la resiliencia del sistema financiero, especialmente ante posibles relajaciones normativas en Estados Unidos.

Hernández de Cos ya ha demostrado su capacidad de liderazgo en el Banco de España, donde logró recuperar y aumentar el prestigio de la institución tras la crisis financiera. Su enfoque pragmático y tecnocrático le ha valido el reconocimiento tanto a nivel nacional como europeo, siendo visto como un mediador respetado entre diferentes posturas económicas.

Entre los desafíos que enfrentará están el mantener el consenso entre banqueros centrales, especialmente en un contexto en que la política económica puede fragmentarse. Se espera que su elección no solo afiance su perfil internacional, sino que le abra puertas a otros cargos prominentes, ya sea en el Consejo del BCE o incluso como candidato a la presidencia del Eurobanco.

El BIS, fundado tras la Primera Guerra Mundial, no solo facilita la comunicación y cooperación entre los principales bancos centrales del mundo, sino que también actúa como un banco de bancos, gestionando sus reservas y ofreciendo rendimientos. Con el rol de Hernández de Cos en este prestigioso organismo, se espera que refuerce aún más la colaboración financiera global, estableciendo un equilibrio en la creciente tensión económica entre diferentes regiones del mundo.

Además, el BIS posee comités que establecen normas regulatorias internacionales, desempeñando un papel crucial en la capacitación de supervisores y el fomento de la estabilidad financiera a través de investigaciones exhaustivas. La experiencia de Hernández de Cos en este ámbito podría ser determinante para el futuro del sistema financiero global.

Mientras la comunidad financiera observa atentamente, la elección del BIS promete influir significativamente en el rumbo de las políticas monetarias y financieras en un mundo cada vez más interconectado pero, a la vez, dividido.