La tan reconocida marca de envases para almacenar alimentos, Tupperware, ha anunciado que se encuentra en un proceso de quiebra debido a alarmantes caídas en sus ventas. La compañía estadounidense ha decidido acogerse al capítulo 11 del Tribunal de Quiebras de Estados Unidos en Delaware, buscando así la aprobación judicial que le permita operar y facilitar una venta que resguarde su valiosa imagen.

Este drástico anuncio ha tenido un impacto inmediato en el mercado: sus acciones cayeron hasta un 50 % en la Bolsa de Nueva York, lo que resultó en la suspensión temporal de su cotización. Cabe recordar que Tupperware ya estuvo al borde de la quiebra en 2023, cuando sus acciones habían disminuido un 50 %, pero consiguió recuperarse gracias a un inesperado rally en Nueva York.

Los resultados financieros de la compañía, que debían ser presentados este año, se han pospuesto hasta marzo de 2024. Además, en junio, la empresa anunció el cierre de su única fábrica en Estados Unidos, lo que resultó en el despido de casi 150 empleados.

Según la directora ejecutiva Laurie Ann Goldman, las razones detrás de esta crisis incluyen un entorno macroeconómico desfavorable, una creciente competencia y una marcada caída en la demanda. Tupperware ha enfrentado desde hace tiempo problemas de liquidez.

La evolución de Tupperware: de la gloria a la crisis

Fundada en 1946 por el químico Earl Tupper en Massachusetts, Tupperware se hizo célebre por sus recipientes herméticos de plástico, que ayudaban a las familias a conservar sus alimentos después de la Segunda Guerra Mundial. Con el tiempo, la marca se hizo famosa por sus innovadoras 'fiestas Tupperware', pero desde 2020, la situación de la empresa ha sido crítica, poniendo en duda su viabilidad a largo plazo.

En el último año, las acciones de Tupperware han tenido un descenso vertiginoso, cerca del 75 %, lo que llevó a una reorganización de su equipo directivo, y a la nombramiento de Laurie Ann Goldman como nueva consejera delegada.

De acuerdo con informes, Tupperware presenta activos valorados entre 500 millones y 1.000 millones de dólares, mientras que sus pasivos oscilan entre 1.000 y 10.000 millones de dólares. Además, la empresa tiene deudas por más de 700 millones de dólares.

A medida que busca la aprobación del tribunal para facilitar la venta de su negocio y continuar sus operaciones durante este oscuro capítulo, Tupperware se encuentra en la cuerda floja. La declaración de quiebra en Delaware se produce tras meses de incertidumbre y luchas internas.

Una década después de su fundación en EE. UU., Tupperware expandió sus operaciones a Europa y, en los años 60, ya contaba con presencia en seis países europeos, abriéndose también a mercados latinoamericanos y asiáticos. ¿Podrá esta icónica marca recuperarse una vez más o estamos ante su trágico final? La respuesta está por verse.