Finanzas

Cepsa, Iberia y Vueling exigen incentivos urgentes para inversiones de 22.000 millones en combustibles sostenibles

2024-09-16

España enfrenta una oportunidad inigualable en el ámbito de la sostenibilidad dentro del sector aéreo, que atraviesa una transformación obligada para reducir sus emisiones de carbono. El país no solo cuenta con materias primas para crear una industria de producción de combustibles sostenibles de aviación (SAF), sino que también podría convertirse en un líder en la descarbonización de este crucial modo de transporte. Sin embargo, las compañías aéreas advierten que se requiere un apoyo público determinante y un marco regulatorio que fomente el desarrollo de esta nueva industria.

Un informe encargado por Cepsa a la consultora PwC ha puesto de manifiesto que las inversiones potenciales alcanzan los 22.000 millones de euros, generando un impacto en el PIB de más de 56.000 millones. Esta cifra revela la posibilidad de construir 32 plantas de SAF en toda España, con una inversión acumulada prevista hasta 2050 que asciende a 22.362 millones de euros. Ismael Aznar, socio de PwC, enfatizó la urgencia de crear un plan de acción conjunto que incluya alianzas público-privadas, un marco regulatorio favorable, y se ofrezcan incentivos a la producción de SAF, que actualmente es tres veces más caro que el combustible fósil convencional.

El presidente de Iberia, Marco Sansavini, destacó la necesidad de que España deje de depender energéticamente del exterior y se convierta en un exportador de combustibles sostenibles, gracias a los residuos y al potencial de energías renovables en abundancia. Por su parte, Carolina Martinoli, de Vueling, advirtió que descarbonizar el sector aéreo es un reto significativo que requiere políticas adecuadas y un plan accesible para lograr una transición eficiente, mientras se genera empleo en esta nueva industria innovadora.

Con respecto a las normativas, el reglamento europeo RefuelEU Aviation establece el uso de un 2,5% de SAF mezclado con queroseno para 2025, que aumentará al 6% en 2030 y al 70% en 2050 con el objetivo de alcanzar cero emisiones netas. Se estima que para el próximo año serán necesarias 90.000 toneladas de SAF en España, cifra que se disparará a 2,21 millones de toneladas en 2040 y a 5,9 millones en 2050. Actualmente, España tiene en construcción plantas con una capacidad combinada de solo 745 kilotoneladas, lo que queda muy por debajo de lo que el sector aéreo demandará en el futuro.

Ismael Aznar también subrayó que otros países como el Reino Unido, Canadá, Estados Unidos, Alemania y Francia están avanzando rápidamente para posicionarse como productores de SAF mediante financiamiento de proyectos. En este contexto, la industria de IAG, que incluye a Iberia y Vueling, ya ha comprometido 1.000 millones de dólares en inversiones en SAF.

El CEO de Cepsa, Maarten Wetselaar, afirmó que Europa debe asegurar su futuro industrial, basándose en la capacidad de generar empleo a través de la producción de SAF, lo cual podría generar hasta 270.000 empleos en España, además de aumentar la autonomía energética del país.

La Secretaria de Estado de Turismo, Rosario Sánchez, también expresó su compromiso al escuchar las demandas del sector y resaltó la relevancia de la interconexión entre economía y transporte aéreo. "El turismo, que representa el 13% del PIB español, debe ser un motor para el desarrollo de otros sectores", concluyó.

Las empresas refineras de España, como Repsol, Cepsa y BP, están dispuestas a impulsar el desarrollo del SAF, y se discute si deberían recibir subvenciones específicas a la producción, a la demanda o un modelo mixto. La necesidad de apoyo público es clara y esencial, y se estima que la red de distribución gestionada por Exolum facilitará el transporte de combustibles sostenibles desde las refinerías hasta las pistas de los aeropuertos, abriendo camino a un futuro más limpio y sostenible en la aviación.