Este domingo, Washington fue testigo de una impresionante multitud en el último mitin de Trump antes de asumir oficialmente el cargo como el 47º presidente de Estados Unidos. Miles de seguidores hicieron filas interminables para entrar al Capital One Arena, donde Trump, en un potente discurso, afirmó: "¡Ganamos!", a la ovación de más de 15,000 entusiastas que soportaron el frío y la lluvia.

"A partir de mañana, a mediodía, dejaremos atrás cuatro años de decadencia y comenzaremos un nuevo día de fuerza y prosperidad", proclamó Trump, prometiendo poner fin al "establishment político fracasado y corrupto". Su retórica, cargada de dramatismo, resonó entre sus seguidores mientras desglosaba su agenda, que incluye poner un alto a la inmigración ilegal y restaurar el 'patriotismo' en las escuelas.

El presidente electo también destacó que pretende revocar las políticas de diversidad promovidas por la administración anterior, apuntando a un regreso al 'sistema de méritos'. Además, dejó claro que comenzaría a deshacer las políticas de Biden desde el primer momento de su mandato.

Durante el evento, el estilo característico de Trump, lleno de referencias a la economía y la seguridad fronteriza, fue respaldado por una serie de invitados, entre ellos Elon Musk, quien acudió con su hijo para unirse al espectáculo. Sin embargo, Musk, conocido por su modestia al hablar, no logró cautivar a la multitud con un mensaje contundente.

El mitin se llenó de afirmaciones audaces, incluida la promesa de que Trump emitiría indultos a aquellos condenados por el asalto al Capitolio, un tema que mantiene viva la controvertida relación del expresidente con esa jornada. Trump aseguró que el 99.9% de los asistentes apoyarían su decisión sobre los rehenes del 6 de enero, sugiriendo que no habrá indulto generalizado.

Con una mezcla de broma y mito, Trump tocó aspectos controversiales de su futura presidencia, como la promesa de una inminente 'paz' en Ucrania y un futuro brillante para su país. Aseguró que America First seguiría siendo su mantra, reafirmando su intención de centrarse en la producción y el empleo dentro de EE.UU.

Los seguidores de Trump, provenientes incluso de Canadá, expresaron su compromiso inquebrantable con su causa, algunos recordando las promesas cumplidas durante su primer mandato. A pesar de que la ceremonia de investidura se llevará a cabo bajo condiciones climáticas severas que limitarán la presencia de muchos seguidores, el fervor por Trump sigue siendo palpable.

Mientras el exmandatario se prepara para asumir el poder y cumplir sus promesas, los analistas se preguntan cómo afectará esto a la política estadounidense y a la división creciente en el país. Con un nuevo capítulo que comienza, la pregunta permanece: ¿podrá realmente Trump cumplir con las altas expectativas de sus seguidores?