Una alarmante tragedia se ha desatado en Villa Gesell, Argentina, donde el emblemático Hotel Dubrovnik, un edificio de 10 pisos, colapsó el pasado martes. Este devastador incidente ha dejado un saldo trágico de al menos una persona muerta y entre 7 y 9 desaparecidos, que podrían estar atrapados bajo los escombros.

Los primeros informes indican que entre las personas que aún no han sido localizadas hay tanto huéspedes del hotel como trabajadores de la construcción que estaban realizando labores sin la debida autorización municipal durante la madrugada. Esta falta de permisos ha suscitado preocupaciones sobre la normativa de construcción y la seguridad en el sector turístico de la región.

Los rescatistas han encontrado el cuerpo sin vida de Federico Ciocchini, un pensionado de 84 años. Junto a él, se ha identificado a su pareja, María Josefa Bonazza, de 79 años, quien se encuentra en estado crítico tras ser rescatada de los escombros. La situación ha conmocionado a la comunidad local, que se reúne para esperar noticias sobre sus seres queridos.

Además, las autoridades han iniciado una investigación urgente para determinar las causas del colapso y las posibles responsabilidades. En medio de la angustia y la incertidumbre, se han organizado brigadas de búsqueda y rescate que trabajan incansablemente en las ruinas del hotel, en un esfuerzo por encontrar a los desaparecidos.

Este acontecimiento no solo pone de manifiesto las deficiencias en la regulación de la construcción, sino que también destaca la necesidad de una revisión exhaustiva de las normativas de seguridad para prevenir futuras tragedias en el sector turístico.