El año ha comenzado con una devastadora tragedia en Las Palmas de Gran Canaria: la muerte de una niña de tan solo 10 años tras caer desde un décimo piso. El trágico incidente ocurrió este miércoles en la calle Jesús Ferrer Jimeno, en la conocida zona de Mesa y López, un área muy transitada de la ciudad.

La Policía Nacional se encarga de la investigación, y aunque los primeros indicios sugieren que se trata de un accidente, no se descartan otras hipótesis. El padre de la niña, que se encontraba en el apartamento junto a su otra hija, que es menor, tuvo que ser atendido en el lugar y luego trasladado a un centro médico debido a la grave conmoción que sufrió tras el accidente.

Ambos, la niña fallecida y su padre, son de origen asiático, lo que ha suscitado también un interés mediático en torno a su situación familiar y el contexto en el que ocurrió la tragedia. El hallazgo de un cubo de pintura junto al cuerpo ha llevado a los investigadores a preguntar si la niña pudo haberse subido al cubo, provocando su caída, o si, en un intento de alcanzarlo, perdió el equilibrio y se precipitó al vacío.

Las autoridades están recabando testimonios de familiares, incluyendo a la hermana de la pequeña, así como de los vecinos, para poder reconstruir con precisión lo ocurrido. La espera de los resultados de la autopsia será fundamental para determinar las circunstancias exactas de la muerte de la niña.

El suceso ha dejado a la comunidad en estado de shock, especialmente en el edificio donde la niña vivía. Los vecinos han expresado su tristeza y han ofrecido su apoyo a la familia afectada. Este trágico suceso también plantea importantes preguntas sobre la seguridad en los hogares, especialmente en pisos altos, y la vigilancia que los padres deben tener con respecto a sus hijos.