Los trenes de alta velocidad de la serie 106, conocidos como Talgo Avril, han comenzado el Año Nuevo de la peor manera posible, luego de un lanzamiento problemático el pasado mes de mayo, que ya tuvo múltiples inconvenientes y retrasos casi a diario. En este momento, estos convoyes que conectan Madrid con Galicia, Asturias, Aragón, Cataluña, Comunidad Valenciana y Murcia están completamente parados debido a un fallo informático, tal como informaron las redes sociales de Renfe.

Las fuentes indican que el problema radica en un fallo total del software del nuevo material rodante, el cual había presentado fallas desde su inicio de operaciones comerciales. La resolución de la crisis depende ahora de los técnicos de Talgo, quienes están intentando reiniciar el sistema para resolver los inconvenientes que imposibilitan la circulación de todas las unidades, tanto de formato AVE como de los Avlo de bajo coste. Entre las funciones que dependen de este sistema se incluye el control de velocidad mediante el ERTMS, algo vital para la operación segura de estos trenes.

Un portavoz de Renfe explicó, "Trabajamos con Talgo para solucionar la incidencia", confirmando que se ha detenido la venta de billetes hasta que se resuelva el fallo informático, lo que sugiere que la solución podría tardar más de lo esperado. Con jornadas de alta afluencia de usuarios a las estaciones ferroviarias, la operadora está facilitando cambios de billetes y anulaciones para minimizar el impacto en los viajeros.

Talgo emitió un comunicado informando que la avería está relacionada con un problema en los cargadores de las baterías de los trenes. "Debido a un fallo de comunicación entre el sistema de control y los cargadores de baterías de los Avril, los trenes no pueden operar", señalaron, añadiendo que se están realizando esfuerzos coordinados con Ingeteam, la empresa responsable de estos cargadores, para solucionar el problema lo antes posible.

Es importante resaltar que, aunque el suministro eléctrico de los trenes proviene de la catenaria, las baterías son esenciales para proporcionar energía auxiliar a componentes vitales como la iluminación, el aire acondicionado y los sistemas de comunicación. Además, son necesarias para elevar el pantógrafo, que recoge la energía de la línea de contacto. Sin el correcto funcionamiento del pantógrafo, los trenes quedan sin capacidad de circulación, lo que también podría complicar el remolque de los trenes averiados.

Ingeteam, una empresa vasca experta en ingeniería electrónica, ha sido empleada por Talgo para algunos sistemas de material rodante, focalizándose en los sistemas de tracción y almacenamiento de energía.

En un contexto donde los trenes Avril habían incrementado en un 33% la cantidad de viajeros durante el verano, a pesar de los problemas reportados, la situación se torna crítica. Renfe se está ocupando de reubicar a los pasajeros afectados y ofreciendo alternativas, pero la dependencia de tecnología electrónica en el ferrocarril es evidente: un simple fallo puede provocar un verdadero caos operativo.

La línea que conecta Galicia ha sido especialmente vulnerable a este tipo de incidentes, dado que presenta 122 kilómetros de vía única, aumentando la presión sobre los servicios de alta velocidad. Los usuarios han reaccionado ante esta nueva situación con resignación, aunque las críticas a la operadora pública han surgido, señalando que muchos de estos problemas se derivan de la misma empresa que gestiona el mantenimiento de los trenes.

"Cuando no es por pitos, es por flautas", comentó un pasajero, reflejando la frustración de muchos. En foros especializados se especuló sobre la posibilidad de que fuera necesario llevar todos los trenes a un taller para actualizar su software, y que podrían requerir unidades adicionales para el remolque de trenes averiados. La incertidumbre sobre el tiempo que llevará resolver esta crisis continúa rondando entre los usuarios y la administración ferroviaria.